Segundo en el debut, solo detrás de Leclerc y por delante de McLaren y Mercedes. Buenas sensaciones a una vuelta.
Un Carlos Sainz incansable logró colocarse segundo, a solo 0.125 segundos de su excompañero en Ferrari, Charles Leclerc, situando al Williams FW46 en lo más alto de la tabla. Aunque se trataba de un test y las configuraciones de los nuevos neumáticos Pirelli de 2025 eran desconocidas para cada equipo, el español lideró la sesión durante cinco horas con el noveno coche más lento según la clasificación de constructores actual.
Sainz no perdió tiempo y aplicó sus ajustes y criterios para sacar el máximo rendimiento del coche de Grove. En una jornada maratoniana, completó 146 vueltas sin pausas para comer o descansar. Desde el inicio mostró velocidad a una vuelta, reflejo de su experiencia en F1 con coches difíciles en sus primeros años. En ritmo de carrera, aunque se notaban las limitaciones del Williams frente a Ferrari, demostró gran consistencia durante toda la jornada.
En Williams parecen haber encontrado un verdadero tesoro con un piloto que supera claramente el nivel actual del equipo. Mientras otros, como Mercedes, han mostrado un retroceso, todo apunta a que sacarán provecho de este fichaje de inmediato. A veces, un detalle o la llegada de un gran activo basta para dar el salto. No están más lejos de ser un coche competitivo de lo que McLaren lo estaba hace 22 meses, y hoy son los campeones.
Carlos superó a Norris, Piastri y Russell, pilotos con máquinas superiores, dejando mejores sensaciones de las que quizás esperaba en su primer día completo con Williams. Un debut muy prometedor que le permitirá irse de vacaciones con cierta tranquilidad, aunque los pilotos, siempre analíticos, difícilmente desconectan por completo de lo que sucede o podría suceder detrás del volante.