Los diputados belgas votaron la ley en mayo, en un acto que siguió la decisión del país europeo de despenalizar el trabajo sexual en el año 2022.
Los trabajadores sexuales en Bélgica, ahora disponen de los mismos derechos que los empleados de ámbitos tradicionales, incluidos el derecho al seguro médico, las bajas por enfermedad y maternidad pagadas, entre otros, gracias a la ley que entró en vigor el domingo pasado.
Según la nueva legislación, que busca poner fin a la explotación ilegal y el abuso dentro de la industria, los trabajadores sexuales ahora tienen derecho a un contrato de trabajo oficial que implica el establecimiento de reglas fijas sobre su horario, salario y medidas de seguridad.
Es un gran paso adelante», dijo Isabelle Jaramillo, coordinadora de un grupo de defensa que participó en la elaboración de la ley a Associated Press. «Esto significa que su profesión se reconocerá como legítima por el Estado belga«, expresó.
Puedes leer también: Gobierno georgiano congela hasta el 2028 las negociaciones de adhesión a la Unión Europea
Así, el trabajador o la trabajadora sexual ahora goza del derecho a negarse en cualquier momento a tener relaciones íntimas con un cliente o realizar determinadas prácticas, así como a interrumpir el acto sexual o imponer sus propias condiciones a dicha actividad. En este sentido, se precisa que no debe justificar o explicar por qué recurrió al uso de sus derechos. Tras ello, no tendrá consecuencias negativas, ya que conserva el derecho al salario ordinario previsto por la ley.
De igual modo, la ley también abarca consideraciones sobre el lugar de trabajo y los deberes de los empresarios del sexo que ahora deben obtener una autorización, así como adherirse a estrictos protocolos de seguridad y cumplir con requisitos de antecedentes penales, incluida la ausencia de condenas previas relacionadas con agresión sexual, trata de personas o violaciones.
Los empleadores tienen que proporcionar ropa de cama limpia, preservativos y otros productos de higiene a sus trabajadores, así como equipar todos los espacios laborales con botones de emergencia y asegurarse de que cada miembro de su personal disponga de un botón de emergencia móvil que le conecte con la persona de referencia.