Compatibilizar la competición continental con la liga doméstica es cada vez más complicado.
Compaginar la competición doméstica con la Euroliga se ha convertido en un auténtico desafío de supervivencia. Antes, esto afectaba principalmente a los equipos de la Liga Endesa, considerada la más exigente de Europa. Sin embargo, el desgaste que impone la Euroliga ha comenzado a afectar a todas las ligas nacionales.
Un hecho curioso ilustra esta situación en el baloncesto europeo: de las nueve ligas representadas en la Euroliga, solo la griega y la ABA cuentan con líderes que también compiten en este torneo. En el resto, incluidas ligas tan competitivas como la lituana o la alemana, los equipos de Euroliga no ocupan el primer puesto.
En Alemania, la BBL tiene como líder al Ulm, mientras el Bayern ocupa el tercer puesto y el Alba atraviesa una profunda crisis, situado en la decimocuarta posición. En Francia, la LNB tampoco tiene un líder de Euroliga: el Cholet manda, con el Paris Basketball segundo y el ASVEL tercero. En Italia, el Trento, en mal estado en la Eurocup, lidera la liga, mientras la Virtus es tercera y el Armani Milán, tras un flojo inicio de temporada, marcha sexta en la Lega. En Turquía, el Fenerbahce y el Anadolu Efes, segundo y tercero respectivamente, están por detrás del sorprendente líder, el Tofas Bursa. En Lituania, el Rytas lidera empatado con el Zalgiris, y en Israel, el Maccabi, cuarto, ve cómo el Hapoel Jerusalén lidera la liga, seguido por el Hapoel Tel Aviv, que aún no ha perdido. Solo en Grecia (Panathinaikos y Olympiacos) y la ABA League (Partizan y Estrella Roja) los equipos de Euroliga dominan sus competiciones locales.
Dificultades en la Liga Endesa
Aunque algunas de estas situaciones son circunstanciales y con el tiempo los equipos más fuertes suelen recuperar terreno, reflejan lo complicado que es competir al máximo nivel en la Euroliga y las ligas nacionales. En la última jornada de la ACB, los tres equipos españoles en Euroliga cayeron: el Barça en Manresa, el Real Madrid en Badalona y el Baskonia, duramente derrotado por el Valencia en el Buesa Arena. Actualmente, el intratable Unicaja lidera la competición.
En los tres casos, el desgaste físico fue evidente, especialmente en el Barça y el Madrid, que venían de un exigente Clásico europeo decidido en dos prórrogas apenas tres días antes. El elevado tiempo en pista de sus principales jugadores pasó factura en encuentros ajustados como ante el BAXI Manresa y el Joventut.
La acumulación no da tregua
La carga de minutos continuará siendo un problema para los equipos de Euroliga, que afrontan una semana con doble jornada. Para el Barça, esto supone una semana completa lejos del Palau. En la Euroliga, cada partido cuenta más debido a la tremenda igualdad: del líder, el Paris Basketball, al duodécimo, el Armani Milán, hay solo tres victorias de diferencia. Prueba de ello es que el Barça, tras tres derrotas consecutivas, ha pasado de ser líder a ocupar puestos de Play-In (séptimo).
Semana crucial para el Real Madrid
El Real Madrid se enfrenta a una semana desafiante. El martes visitará al ASVEL Villeurbanne, un rival que ha ganado a Estrella Roja y Anadolu Efes en sus últimos encuentros como local. Aunque no parece candidato a los playoffs, está a solo dos victorias de los puestos de Play-In, donde actualmente se encuentra el Madrid. «Nos tomamos el partido como una final», declararon los blancos, que el jueves recibirán al colíder Fenerbahce en el WiZink y cerrarán la semana enfrentándose al Unicaja en la Liga Endesa.
El desafío del Barça es aún más grande esta semana, ya que este martes se enfrenta al Panathinaikos, un equipo diseñado para dominar la Euroliga y vigente campeón. Aunque el equipo de Ataman aún no ha alcanzado su máximo nivel y muestra irregularidades, ha dejado claro su potencial. Para el Barça, que acumula tres derrotas consecutivas en Euroliga y otra en la ACB, las sensaciones no son alentadoras. La derrota en el Clásico ha dejado huella, y la visita al OAKA podría ser una oportunidad para enderezar el rumbo o profundizar la crisis. «Es momento de demostrar carácter en una situación tan difícil», aseguró Satoransky en la previa. Dos días después, los de Peñarroya viajarán a Belgrado para enfrentarse al Maccabi.
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Por su parte, el Baskonia logró romper en Kaunas una racha de cuatro derrotas consecutivas en Euroliga, pero en la Liga Endesa sigue en caída libre, lejos de los puestos de Copa y peligrosamente cerca del descenso. Este martes recibe al Fenerbahce, un rival complicado, y después visitará al Bayern Múnich, uno de los equipos con mejor juego del continente. Con dos duros enfrentamientos por delante, el equipo de Laso necesita urgentemente al menos una victoria para evitar que su situación se agrave aún más.