La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ha revalidado, por sexto año consecutivo, el estatus sanitario de Nicaragua, reconociendo la ausencia de dos enfermedades en la ganadería bovina que podrían restringir el comercio internacional de productos pecuarios. Estas enfermedades, la fiebre aftosa (libre sin vacunación) y el mal de las vacas locas, no están presentes en el país, lo que permite a Nicaragua seguir accediendo a mercados internacionales con confianza en la calidad y seguridad de su ganado.
La revalidación del estatus sanitario es el resultado de un proceso de evaluación anual llevado a cabo por la Comisión Científica de la OMSA, a la que el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, a través del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), presenta los expedientes sanitarios correspondientes. Estos informes detallan las acciones y medidas adoptadas por el país para prevenir y erradicar las enfermedades que afectan a la ganadería, asegurando que Nicaragua cumpla con los estándares internacionales de sanidad animal.
La certificación de la OMSA representa un importante reconocimiento para Nicaragua, especialmente en el sector agropecuario, uno de los pilares de la economía del país. La ausencia de fiebre aftosa (libre sin vacunación) y el mal de las vacas locas coloca a Nicaragua en una posición competitiva dentro de los mercados internacionales, garantizando la seguridad sanitaria de sus productos y facilitando el acceso a mercados que requieren altos estándares de calidad.
La fiebre aftosa es una de las enfermedades más temidas en la ganadería, ya que puede ocasionar pérdidas significativas en la producción de carne y leche, además de imponer restricciones al comercio internacional. Por su parte, el mal de las vacas locas (encefalopatía espongiforme bovina) también genera preocupación en los mercados, debido a los riesgos que representa para la salud pública.
Gracias a la gestión de IPSA y otras entidades vinculadas al sector agropecuario, Nicaragua ha logrado mantener estos estándares de salud animal, protegiendo tanto a la industria local como a los consumidores internacionales.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), que coordina junto con IPSA las políticas de sanidad animal, destacó que el país ha implementado un sistema de control sanitario riguroso que incluye la vigilancia epidemiológica constante, programas de capacitación para los productores, y la adopción de tecnologías de diagnóstico avanzadas. Además, el Gobierno ha trabajado en la promoción de prácticas agropecuarias sostenibles y en la mejora de la infraestructura para la sanidad animal.
“La revalidación del estatus sanitario es fruto de la colaboración entre los productores, el sector público y las instituciones del Estado. Es un claro ejemplo de cómo el trabajo conjunto y el compromiso con la sanidad animal contribuyen al crecimiento y fortalecimiento del sector ganadero, garantizando que nuestros productos sigan cumpliendo con las exigencias de los mercados internacionales”, señaló el Ministro de Agricultura y Ganadería.
La revalidación de este estatus sanitario abre nuevas oportunidades para la exportación de carne, leche y derivados lácteos nicaragüenses, no solo en América Central, sino también hacia mercados más lejanos que demandan altos estándares de calidad. Además, fortalece la confianza en la capacidad del país para seguir desarrollando su sector agropecuario y mantener el control sobre las enfermedades animales, lo que contribuye al bienestar económico y social de Nicaragua.
El gobierno nicaragüense continuará trabajando en la implementación de medidas preventivas, la actualización de sus sistemas de control y la capacitación de los productores para mantener este estatus y, de ser posible, avanzar hacia nuevas certificaciones que abran más puertas a los productos nicaragüenses en el comercio internacional.