Israel, acepta provisionalmente un alto el fuego en el Líbano y aprueba las principales disposiciones de un acuerdo conjunto con el movimiento chiita Hezbolá.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está trabajando en la forma de presentar el acuerdo a la opinión pública, que lo pretende hacer como una victoria para Tel Aviv y no como un compromiso. En este contexto, el jefe del Gobierno celebró el domingo una reunión de alto nivel con miembros del gabinete.
No obstante, Kan, informa que la aprobación del acuerdo aún no es definitiva y que muchas de sus disposiciones están por resolverse. El pacto constaría de tres fases: una tregua, seguida de una retirada de Hezbolá al norte del río Litani; una retirada israelí del sur del Líbano; y, por último, negociaciones libanesa-israelí sobre la demarcación de los territorios fronterizos en disputa.
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Asimismo, señala que un organismo internacional encabezado por Estados Unidos, se encargará de supervisar el régimen de alto el fuego. Al respecto, Tel Aviv espera que Washington autorice una acción militar en caso de que Hezbolá viole el acuerdo.
El enviado especial de EE.UU., Amos Hochstein, dijo a los funcionarios israelíes que esta era su última oportunidad para avanzar en el acuerdo y que si no lo aceptaban, él abandonaría sus esfuerzos e Israel y Hezbolá tendrían que esperar a que el presidente electo, Donald Trump, asuma el cargo en enero para que se reanuden los esfuerzos de mediación estadounidenses.
Este fin de semana, Israel también intensificó sus frecuentes ataques contra el Dahye, el suburbio sur de la capital controlado por Hizbulá; pero también lanzó una potente bomba antibunker contra un edificio del centro de la ciudad, causando al menos once muertos.