En el marco de esta celebración, las autoridades de Carazo desarrollan importantes actividades.
19 años, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró El Güegüense, obra maestra, como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Es un drama satírico bien conocido en Nicaragua que se representa cada año el día de la fiesta de San Sebastián, santo patrón de la ciudad de Diriamba, departamento de Carazo.
El Güegüense es una síntesis de las culturas española e indígena que combina el teatro, la danza y la música. Se considera una de las expresiones más distintivas de la era colonial de América Latina.
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En ese contexto, las autoridades del departamento de Carazo desarrollan importantes actividades como conferencias, concursos de murales escolares, desfiles y presentaciones artísticas, así como reconocimientos a personalidades, que concluirán este 25 de noviembre fecha de la declaratoria.
En las actividades realizadas a lo largo de la semana participaron las autoridades municipales, estudiantes, historiadores, promotores de la cultura, artesanos, artistas destacados, empresarios y promotores del turismo.
El otrora codirector del Instituto Nicaragüense de la Cultura (INC), Luis Morales Alonso, en una conferencia ilustra sobre el origen de esta obra de teatro de protesta, los textos o libretos encontrados en Masaya, Catarina y Masatepe.
Destacó la importancia del valor de la tradición oral, el trabajo de transmisión generacional de actores populares de nuestros pueblos y Diriamba como cuna de El Güegüense.
Según los historiadores, los primeros textos de la obra fueron compuestos probablemente a principios del siglo XVIII. La historia gira en torno al encuentro entre las autoridades coloniales españolas y los nativos americanos, representados particularmente por un personaje central, el Güegüense, una figura venerable y respetada en la Nicaragua prehispánica.
Este se defiende de las acusaciones lanzadas contra él por las autoridades coloniales gracias a una serie de estratagemas verbales. En lugar de enfrentarse directamente o desafiar a la autoridad, él procura mostrarse siempre cooperativo y conciliador, mientras recurre a artimañas para socavar la autoridad española.
Entremezclados en las procesiones de la calle, los espectáculos son representados generalmente por ocho personajes principales acompañados de bailarines y de un conjunto de violines, guitarras y tambores. Los trajes, las máscaras de madera, los sombreros y otros atributos distinguen a los diferentes personajes.