Nicaragua amaneció este viernes bajo un estado de vigilancia debido a las lluvias intensas y el potencial peligro que representa la Tormenta Tropical Sara, que tocó tierra en Honduras la tarde del jueves. La tormenta, que se encuentra a unos 165 kilómetros al oeste-noroeste de Cabo Gracias a Dios, en la frontera entre ambos países, ha activado una serie de medidas de prevención y coordinación en todo el territorio nacional, especialmente en las zonas más vulnerables a inundaciones y deslizamientos.
Sara, que ha mantenido vientos sostenidos de hasta 75 kilómetros por hora y se desplaza a una velocidad de 17 km/h hacia el oeste, podría generar lluvias torrenciales a lo largo de la región. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), se prevé que las acumulaciones de lluvia oscilarán entre los 25 y 75 centímetros, especialmente en las zonas norte y noreste de Nicaragua, donde la amenaza de inundaciones severas es alta.
Ante este panorama, las autoridades nicaragüenses han redoblado esfuerzos en la prevención y la coordinación interinstitucional. Desde el jueves, los Comités Municipales de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (COMUPRED) han sido activados en varios departamentos, especialmente en aquellos más susceptibles a fenómenos naturales como las lluvias intensas y los deslizamientos de tierra. Las autoridades locales están trabajando en conjunto con la Defensa Civil, el Ejército de Nicaragua y el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED) para organizar a las comunidades, proporcionar información clave sobre las medidas a seguir y facilitar el acceso a refugios temporales si fuera necesario.
El Sistema de Protección Civil ha instado a la población a mantenerse alerta y actuar con prudencia. “La clave está en la prevención. Hemos fortalecido la organización comunitaria y la comunicación en las áreas más vulnerables. A través de los COMUPRED estamos garantizando que las familias reciban orientación y asistencia a tiempo”, explicó Luis Sánchez, director de SINAPRED.
Las autoridades también han hecho un llamado a las comunidades a revisar sus planes de emergencia, asegurarse de que los refugios temporales estén habilitados y que se tenga acceso a suministros básicos como alimentos, agua potable y medicamentos. Además, se ha solicitado a los habitantes de las zonas de riesgo que permanezcan alejados de ríos y quebradas, que podrían aumentar su caudal debido a las lluvias prolongadas.
La preocupación principal para las autoridades es el riesgo de inundaciones severas en las regiones norte y noreste del país. Especialmente en Río Coco, Nueva Segovia, Estelí, Jinotega y Matagalpa, donde las lluvias podrían superar los 75 centímetros en algunas áreas, elevando el riesgo de desbordamientos de ríos y quebradas. Este fenómeno podría provocar deslizamientos de tierra, sobre todo en zonas montañosas y de pendiente pronunciada, afectando carreteras y viviendas.
El Gobierno ha desplegado equipos de búsqueda y rescate en las áreas más críticas y ha solicitado a las autoridades locales mantener la vigilancia constante sobre las condiciones meteorológicas y de infraestructura.
El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) ha emitido varias alertas para diferentes regiones del país. En las últimas horas, se activó una alerta roja en los departamentos del norte, debido a las posibles inundaciones y el alto riesgo de deslizamientos. En el resto del país, se mantiene una alerta amarilla, lo que indica que las condiciones climáticas podrían empeorar en las próximas horas.
De acuerdo con los pronósticos meteorológicos, se espera que Sara continúe su desplazamiento hacia el oeste, debilitándose gradualmente mientras se adentra en el territorio nicaragüense. Sin embargo, los efectos de la tormenta seguirán siendo significativos, especialmente por las lluvias continuas y el viento moderado.
El Gobierno, a través de los diversos organismos de socorro y ayuda humanitaria, también ha hecho un llamado a la solidaridad y cooperación entre la ciudadanía y las instituciones. La situación de emergencia puede requerir apoyo de voluntarios y recursos para la evacuación, asistencia en los albergues y atención de víctimas, en caso de que se registren incidentes graves.
El Gobierno de Nicaragua ha resaltado la importancia de seguir los informes oficiales y las recomendaciones de las autoridades locales. A través de diversos canales de comunicación, como radio, televisión y redes sociales, se están compartiendo actualizaciones sobre la trayectoria de la tormenta, el estado de las infraestructuras y las medidas de seguridad a seguir.
A medida que la tormenta continúe su paso por la región, la vigilancia y las acciones preventivas seguirán siendo una prioridad, buscando minimizar el impacto de este fenómeno meteorológico en la vida de los nicaragüenses.