Chile, se enfrenta a un escenario de creciente inseguridad, donde la criminalidad, el narcotráfico y la percepción de peligro han puesto a prueba las políticas de seguridad del país.
La situación de inseguridad en Chile, ha ido en aumento en los últimos años. Según datos recientes, el 90.6% de la población percibe un aumento en la delincuencia, alcanzando un máximo histórico. Este incremento se debe en parte a la presencia de organizaciones criminales internacionales y a la inmigración descontrolada en el norte del país.
El presidente, Gabriel Boric, ha reconocido la gravedad de la situación y ha destacado la importancia de implementar medidas de seguridad en colaboración con el Ministerio del Interior, las fuerzas policiales y las Fuerzas Armadas. Sin embargo, la percepción de inseguridad sigue siendo una preocupación importante para los chilenos.
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El Ministerio Público de Chile es el ente encargado de centralizar las denuncias por hechos constitutivos de delito en el país. Las cifras oficiales de la institución muestran un aumento de alrededor del 11% en las denuncias por delitos desde 2018 a 2023. Dejando en el último año un número superior al millón y medio de denuncias.
Los delitos predominantes, son los robos no violentos, hurtos y lesiones. En 2006, representaron el 19,3%, 13,3% y 14% respectivamente de todos los delitos registrados. Para el año 2022, los porcentajes apenas variaron: los robos no violentos constituyeron el 14,1% de los delitos, las lesiones el 12%, y los hurtos el 8,4%.
Sin embargo, lo que experimentó un cambio significativo fue la incidencia de delitos de mayor gravedad, entre los que se encuentran los homicidios y secuestros.
El Gobierno, implementa reformas para reforzar el control policial y endurecer las penas contra delitos graves, algunos sectores critican estas medidas, argumentando que no atacan las raíces del problema.