Brasil se reporta una reducción en el número de incendios, sin embargo, aún se registran 125 fuegos activos.
El sector agrícola de Brasil, es afectado por los incendios en el país, sufriendo daños, que llevan a pérdidas de ingresos y aumentos en los precios de los alimentos.
La excepcional ola de incendios que arrasan desde la Amazonía, al norte, hasta el sur del enorme país latinoamericano desde hace semanas, en su mayoría de origen criminal según las autoridades, se ven favorecidos por una sequía histórica, que los expertos atribuyen al cambio climático.
El resultado es que las cosechas de caña de azúcar, café, naranjas y soja, de los que el gigante agrícola es el primer productor y exportador mundial, están en riesgo de verse afectadas.
En todo el estado de Sao Paulo, al menos 231.830 hectáreas de caña -de las cuatro millones que emplea la principal región productora de azúcar del país- fueron alcanzadas en magnitudes diversas por los fuegos, según la Unión industrial de caña de azúcar (Unica). Y la mitad debe todavía ser cosechada en los próximos meses.
«Donde la caña de azúcar quedó de pie, prevemos que la productividad caerá a la mitad», apunta José Guilherme Nogueira, director de la Organización de asociaciones de productores de caña de Brasil (Orplana).
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En Minas Gerais (sureste), estado responsable por 70% del café arábica brasileño, los caficultores esperan también la llegada de las lluvias, necesarias para el florecimiento de los arbustos y la formación de los granos de café que serán cosechados el año próximo.
«Falta agua en los suelos; es el peor déficit hídrico en 40 años», lamenta José Marcos Magalhaes, presidente de Minasul, la segunda mayor cooperativa del país. Hasta el fin de septiembre, «tiene que haber lluvia de buena intensidad para que haya esperanza de una cosecha normal en 2025», dice.