El Diario Nica

Aeropuerto de Haití cierra tras jornada violenta

El aeropuerto internacional, Toussaint Louverture, el principal de Haití, continúa cerrado este martes, después de que se viviera otra jornada de violencia y, precisamente, mientras Alix Didier Fils-Aimé era juramentado como nuevo primer ministro interino.

El vuelo de Spirit Airlines, que se dirigía de Fort Lauderdale, Florida, a Puerto Príncipe se encontraba a pocos metros de aterrizar en la capital de Haití cuando una banda de pandilleros disparó contra el avión y golpeó a una azafata, que sufrió heridas leves, según la aerolínea, la embajada de Estados Unidos y datos de seguimiento del vuelo. El vuelo fue desviado y aterrizó en República Dominicana.

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Policías fuertemente armados en vehículos blindados vigilaban fuera del aeropuerto incluso los camiones usados para el transporte público que pasaban por allí.

La agencia, AP, reseñó que en Puerto Príncipe las actividades están prácticamente paralizadas luego de que unas bandas dispararan contra un avión de Spirit Airlines.

El país, ha vivido semanas de caos político, que según los observadores podría derivar en más violencia en un lugar donde el derramamiento de sangre se ha convertido en la nueva normalidad. Las bandas del país llevan mucho tiempo aprovechando la agitación política para hacerse con el poder, cerrando aeropuertos y puertos marítimos y fomentando el caos

En paralelo, el empresario Fils-Aimé tomó el lugar de Garry Conille, quien ejercía como primer ministro interino desde hace casi seis meses y tuvo serias discrepancias con el Consejo Presidencial de Transición.

«¿De qué sirve un nuevo primer ministro si no hay seguridad, si no puedo moverme libremente y vender mis productos?«, cuestionó Martha Jean-Pierre, una vendedora ambulante que se atrevió a salir a trabajar este martes para alimentar a su familia.

En otras partes de la capital de Haití, estallaron tiroteos entre bandas y policías. Se escucharon disparos en las calles mientras agentes fuertemente armados se escondían tras los muros y los civiles corrían aterrorizados. En otras zonas de clase alta, bandas incendiaron casas. Las escuelas cerraron mientras el pánico se extendía en varias zonas.

Haití, es una nación sobrepasada por la violencia y con un estado fallido, depende de ayudas internacionales y últimamente encomendó al Consejo de Transición la celebración de unas elecciones, previstas para antes del 7 de febrero de 2026, que ponga fin a la crisis.