El Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) llevó a cabo un importante taller en la Comunidad Escalante, municipio de Belén, en el departamento de Rivas, donde presentó a 40 productores locales las mejores prácticas para el manejo de plagas y enfermedades que afectan la producción de frijol en la cosecha postrera.
Durante el evento, los técnicos del INTA compartieron valiosas recomendaciones sobre cómo abordar los principales desafíos que enfrentan los agricultores en la región, especialmente en lo que respecta a las enfermedades y plagas comunes que deterioran la calidad y el rendimiento de las cosechas de frijol.
Una de las técnicas clave que se presentó fue la siembra de variedades mejoradas de frijol, desarrolladas por el INTA, que son altamente resistentes a enfermedades y adaptadas a las condiciones climáticas adversas. Estas variedades no solo tienen una mayor resistencia a plagas, sino que también son capaces de soportar periodos de sequía, lo cual es fundamental en una región donde las condiciones climáticas pueden ser impredecibles.
Entre las variedades recomendadas por los expertos del INTA se incluyen las siguientes: INTA Rojo, INTA Sequía, INTA Sequía Precoz, INTA Productivo Sequía, INTA Fuerte Sequía, INTA Norte e INTA Bioapante. Estas variedades han demostrado obtener rendimientos entre 20 y 35 quintales por manzana, una cifra significativa que ofrece esperanza a los productores que enfrentan dificultades para obtener buenas cosechas debido a plagas y factores climáticos adversos.
Carlos Castillo, técnico del INTA en la zona, destacó que estas variedades mejoradas no solo proporcionan una mayor resistencia a enfermedades como la roya y el mildiú, sino que también han sido adaptadas para mejorar la productividad en las siembras postreras, que en ocasiones enfrentan la escasez de lluvia o el exceso de humedad.
La jornada también incluyó sesiones prácticas sobre la identificación temprana de plagas y enfermedades, así como el uso responsable de agroquímicos y técnicas de manejo integrado de plagas (MIP), para reducir el impacto ambiental y económico de estos problemas. De acuerdo con los expertos, el control preventivo y el monitoreo constante son fundamentales para evitar daños mayores en los cultivos.
Los productores presentes en el evento expresaron su satisfacción por los conocimientos adquiridos y se comprometieron a implementar las nuevas prácticas en sus fincas. “Las variedades de frijol mejoradas nos dan esperanza de mejorar nuestros rendimientos y asegurar una cosecha sana. Además, las técnicas de manejo de plagas nos permitirán prevenir daños antes de que se agraven”, comentó Luis Pérez, uno de los participantes del taller.
El INTA continuará su labor de acompañar a los productores en el proceso de adopción de estas nuevas tecnologías agrícolas, con el fin de aumentar la resiliencia de los pequeños y medianos productores en la región de Rivas, y contribuir a la seguridad alimentaria del país.
El INTA continúa promoviendo la adopción de tecnologías agrícolas en todo el país para mejorar la productividad y sostenibilidad del sector agropecuario, con un enfoque especial en las zonas más vulnerables a plagas y condiciones climáticas extremas.