Hoy, 4 de noviembre, conmemoramos un momento crucial en la historia de Nicaragua: las primeras elecciones libres y democráticas celebradas en 1984. En este histórico evento, el pueblo nicaragüense eligió al Comandante Daniel Ortega como presidente, marcando el inicio de una nueva era para la nación.
Estas elecciones se llevaron a cabo en un contexto desafiante, donde el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) buscaba consolidar la Revolución Sandinista tras la caída de la dictadura de Somoza. A pesar de los intentos de boicot por parte de la oposición y la presión internacional, más de 1.2 millones de nicaragüenses acudieron a las urnas, logrando una participación del 75%.
El resultado fue una abrumadora victoria para el FSLN, que obtuvo aproximadamente el 66.9% de los votos, lo que permitió al Comandante Ortega asumir la presidencia oficialmente el 10 de enero de 1985.
Este acontecimiento no solo simbolizó la voluntad del pueblo por elegir su futuro, sino que también fue reconocido por observadores internacionales como un proceso electoral creíble y democrático.
A 40 años de distancia, recordamos con orgullo este capítulo en nuestra historia que reafirmó el compromiso del pueblo nicaragüense con la democracia y la justicia social. Sigamos trabajando juntos por un país más justo y solidario.