Por: Cesar Ernesto Mairena Avilés
En 1971, el maestro (detestaba que le llamaran intelectual) Eduardo Galeano, escribió “Las Venas Abiertas de América Latina”. Esta obra magistral, de la literatura latinoamericana, documentó históricamente, -además de ejemplar y detalladamente-, el saqueo, el genocidio, el robo, y las torturas a las que fueron sometidos nuestros antepasados indígenas, por los invasores españoles, que no vinieron más que arrebatarnos tierras y metales preciosos, usando la cruz católica y la espada. Por tal razón, el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, ese gigante de la dignidad histórica e ideológica de latinoamérica, le entregó personalmente al presidente de EEUU, Barack Hussein Obama II, conocido popularmente como Barack Obama, un ejemplar de este libro en inglés. Este libro, se ha convertido en una importante herramienta para garantizar nuestra memoria histórica, sirviendo como prueba de la violación de DDHH de la actual España civilizada.
Una obra literaria, que en Nicaragua, pertenece al género de ficción/histórica nos cuenta del deplorable actuar de personas de origen español, en nuestro país titulada “El Burdel de Las Pedrarias”, del catedrático universitario, Abogado y Notario Público, Ricardo Pasos Marciaq (q.e.p.d.). En esta obra literaria, nos explica que mujeres nicaragüenses, de origen español, en nuestro país, se ocuparon en crear el primer burdel en Nicaragua, usando a mujeres indígenas, raptadas de sus comunidades, como esclavas sexuales, enriqueciendo a muchas familias de abolengo y alcurnia en Granada, a pesar de que la obra en cuestión, es una ficción/histórica, hay personas que aún ponen el grito al cielo, acusando al autor de difamar a esas señoras tan distinguidas y prestigiosas. ¿Será que la obra de ficción dijo algunas verdades y que en este caso la realidad superó a la ficción?.
Pero antes que un “historiador serio” se indigne, y me acuse de ser parcializado y un xenófobo en contra de los gobernantes españoles, recordándome que la colonización de América Latina no fue un hecho tan terrible y sangriento como lo pintan, que muchos indígenas fueron aliados de los “descubridores” que nos vinieron a “civilizar” y a darnos “cultura” -prueba de esa propaganda son personajes como Pocahontas y la Malinche- nos remontaremos de esa época pasada, a la actualidad, porque para eso estudiamos historia, para que los horrores del pasado, no se repitan en el presente.
¿Aquellos hombres que acompañaron al navegante genovés Cristóbal Colón que eran criminales, racistas, aventureros, violadores de tumbas y cazadores de tesoros, ya no son un reflejo de los actuales gobernantes, quienes promueven los DDHH y la memoria histórica de los pueblos en España?. Veamos.
México, ese país formado por los descendientes del pueblo originario Azteca, y que fue conquistado por el sanguinario español Hernán Cortés, exigió una disculpa pública de parte del Rey de España, al pueblo de México, en voz del ya ex presidente, Andrés Manuel López Obrador. La exigencia de esa disculpa, fue reiterada por la nueva presidenta mexicana, la señora Claudia Sheimbaum Pardo, la respuesta de la actual corona española, fue de silencio cómplice protegiendo el racismo, colonialismo, el genocidio, el saqueo y la destrucción de culturas y conocimientos milenarios de pueblos originarios indígenas en todo el continente, que sus antepasados, sedientos de oro, perpetraron no solo en México, sino en toda latinoamérica.
Alguien que no se quedó callado, sobre este tema, fue un diputado del partido ultra derechista de España, VOX, el diputado Alejandro Nolasco que dejó bien claro lo que la corona española calla, citado personalmente por la mismísima presidenta Sheimbaum Pardo, quien declaró en una reciente conferencia de prensa: “Un representante de Vox, Vox es un grupo parlamentario en España, dijo “la nueva presidenta de México, Claudia Sheimbaum, se ha comportado como una absoluta analfabeta y como una absoluta ignorante, y aseguró que los españoles jamás vamos a pedir perdón”, -pero miren esto-, “y mucho menos por hacer las cosas bien frente a tribus, como Incas, Aztecas o Mayas que venían de una cultura horripilante” -esta visión de que desde Europa vinieron a civilizar, que durante mucho tiempo se enseñó así, aquí en México, hubo matanzas, tan solo la del Templo Mayor, aquí estamos justo en este lugar en donde se ordenó en una fiesta, acribillar niños, familias, pero es esta visión de que no tienen que pedir perdón porque vinieron a salvar a las mexicanas y mexicanos que no se llamaban así, Mexicas y de otras culturas, naciones, que vivían en nuestro territorio, nosotros vamos a seguir insistiendo en ello”.
Y la cosa no quedó ahí, la nueva presidenta de México, en su primer día como presidenta, dando una lección de humildad y de compromiso con la memoria histórica de su país, a españoles ultra derechistas y a la corana española, para que el pueblo de México sane, de heridas de su pasado, pidió disculpas públicas al pueblo mexicano por la matanza de Tlatelolco hace 56 años. La presidenta expresó: “Hace 56 años, en la plaza de Tlatelolco, después de un movimiento estudiantil que lo que pedía era libertad, democracia, libertad de los presos políticos, fue perpetrada una de las mayores atrocidades que se vivió en México en la segunda mitad del siglo XX”. “Las disculpas públicas de un crimen de lesa humanidad (…) engrandece a los pueblos, reconoce crímenes como este y, al mismo tiempo, pone un alto y dice: NUNCA MÁS”.
La corona española, jamás reconocerá que sus ancestros, cometieron genocidio, que discriminaron, asesinaron y persiguieron por razones religiosas, que robaron el patrimonio cultural y económico de todo un continente, es decir cometieron todos y cada uno de los Crímenes de Lesa Humanidad establecidos en el Estatuto de Roma. La corona española que fue criminal Lesa Humanidad antaño, ahora pretende en la actualidad, darnos lecciones de moral y de respeto a los DDHH. Simplemente la corona española y los ultraderechistas, no cometieron, según ellos, ningún tipo de crimen y eso los hace peligrosamente proclives a volverlos a cometer.
La doble moral europea es evidente, en España rechazan la obligación de disculparse públicamente por la conquista, la invasión y el genocidio perpetrado en contra de los pueblos indígenas originarios, pero en Alemania, en su capital Berlín, hay un museo del Holocausto Judío, la mejor manera que encontraron los gobernantes alemanes, después de la segunda guerra mundial, para pedirle disculpas y perdón al pueblo judío, diezmado por el nazismo de Hitler, perpetuando la memoria histórica tratando que semejante atrocidad, no se repita. Hace poco, se celebró un aniversario más de la liberación del mayor campo de concentración nazi, el ubicado en Polonia, Auschwitz, y no se invitó a quienes liberaron a esos pobres judíos, los rusos y los miembros del heroico ejército rojo por el actual conflicto entre Rusia vs Ucrania. Irónicamente vemos a los sionistas intentar justificar genocidio contra el hermano pueblo palestino. Una vez más la historia es usada a conveniencia de los genocidas y los violadores de DDHH.
Pero si alguno de ustedes, amigos lectores, todavía duda que hay razones para celebrar, hoy, 12 de octubre, el día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular, les dejo estos interesantes datos, extraídos del ensayo “EL SAQUEO CULTURAL DE AMERICA LATINA” del venezolano Fernando Báez:
- En el saqueo cultural de América Latina, se perdió el 60% del patrimonio tangible e intangible de la región.
- Seis lenguas europeas reemplazaron más de mil idiomas indígenas en uno de los mayores genocidios de la historia de la humanidad.
- Se estima que el número de víctimas, producto de la conquista europea en América Latina, ronda entre los setenta y cien millones de personas. (Casi el mismo número de víctimas que generó la segunda guerra mundial con armamento más destructivo y letal).
- Todas las potencias occidentales, con participación de la iglesia católica, participaron en el pillaje e intentaron anular los valores de identidad de las culturas locales para inducir la sumisión.
Y este artículo, amiga y amigo lector, no busca promover el odio hacia el pueblo español o la cultura española, muy por el contrario, recordar la historia de la colonización busca unir a los pueblos de América Latina y de España, pero de una manera sincera, sin prejuicios, sin racismos, sin hipocresías, sin injerencias, sin colonialismos, con la consciencia de los horrores del pasado, para no cometerlos en el presente, en un marco de respeto mutuo, sin exclusiones, sin aires de superioridad, ni manipulación de esa historia, que si la desconocemos, se repetirá. Pedir perdón por los errores cometidos, engrandece a los pueblos, y los une para enfrentar los retos comunes que como humanidad tenemos que enfrentar en el futuro.
Hoy como latinoamericanos, descendientes de pueblos originarios indígenas, afrodescendientes, y hasta de los mismos españoles, tenemos que celebrar el día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular recordando que:
- A pesar de la superioridad armamentística y militar de los españoles, nuestros antepasados fueron heroicos y dignos y en toda Latinoamérica hubieron sublevaciones y alzamientos ante el invasor europeo, que tenemos que honrar y recordar con orgullo, como pueblos que somos, amantes de la paz, pero muy capaces de defenderla.
- Que a pesar de que la Iglesia Católica española, implementó un exterminio cultural y religioso en la colonización, para erradicar a nuestras civilizaciones originarias indígenas, aún contamos en todo el continente, con las lenguas, leyendas, tradiciones, costumbres y ritos que enriquecen nuestro folklore, proveniente de la sabiduría de los pueblos precolombinos y afrodescendientes.
- Que nuestro continente es multi cultural, teniendo poblaciones provenientes de los pueblos indígenas, de afrodescendientes y de los mismos españoles, por lo que flagelos como el racismo y la exclusión, no deben de ser de manera alguna, permitidos en nuestras tierras.
- Que desde antes de la venida de los españoles a nuestro continente, ya habían aquí civilizaciones, arte, cultura, ciudades, infraestructura, organizaciones sociales, lenguaje, comercio, ritos, ejércitos, conocimiento y sabiduría, propios de nuestros pueblos originarios indígenas y de los cuales debemos sentirnos orgullosos.