El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó una ley que aumenta la pena por delito de feminicidio a entre 20 y 40 años de cárcel. Hasta ahora las condenas iban de 12 a 30 años de prisión.
Un paso más en el combate del feminicidio en Brasil, resaltó el presidente en las redes sociales. La nueva normativa crea un artículo específico en el Código Penal para el asesinato motivado por el hecho de que la víctima sea una mujer. También aumenta las penas por el incumplimiento de medidas de protección, por violencia doméstica, si la víctima estaba embarazada o si se cometió el delito en presencia de los hijos.
Además, en lugar de cumplir el 50 % de la pena en régimen cerrado para poder pasar a una modalidad semiabierta, ahora tendrán que cumplir el 55 %. La ley impide que el autor del delito quede en libertad condicional.
La senadora Margareth Buzetti, que redactó el proyecto de ley, destacó que las cifras de feminicidios «suben cada vez más».
Llegó el momento de aumentar el rigor contra estos criminales y ahora, con nuestro proyecto, el feminicidio tiene la pena más alta en el Código Penal brasileño», afirmó a la prensa.
Según el reporte anual del Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP), una organización no gubernamental que trabaja sobre la base de datos oficiales, en 2023, los feminicidios aumentaron un 0,8 % con relación al año anterior. Un total de 1.467 mujeres fueron asesinadas por razones de género.
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La mayor cantidad de homicidios se cometieron contra víctimas de entre 18 y 44 años. Las mujeres negras resultaron las más agredidas, al representar un 63,6 % de las muertes.
Además, la mayoría de los hechos, 64,3 %, fueron cometidos en las residencias de las víctimas y el 90 % de los asesinatos los ejecutaron hombres.