Hoy recordamos con profundo respeto y admiración al Comandante de la Revolución, Carlos Núñez Téllez, una de las figuras más emblemáticas de la historia Reciente de Nicaragua. Nacido el 26 de julio de 1951 en León, Núñez Téllez, se forjó como líder en la lucha revolucionaria contra la dictadura somocista, destacándose no solo en el combate armado, sino también como un brillante organizador y pensador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Desde su incorporación al FSLN a inicios de los años 70, «Roque», como era conocido dentro de las filas sandinistas, participó activamente en la lucha guerrillera y en la construcción de una nueva Nicaragua. Su contribución fue decisiva en la ofensiva final que llevó al derrocamiento de la Dictadura somocista en 1979, tras lo cual ejercieron roles clave en el gobierno revolucionario.
Su legado uno de los legados más duraderos de Carlos Núñez Téllez, fue su papel en la creación de la Constitución Política de Nicaragua en 1987, un hito en la historia del país que institucionalizó las conquistas de la Revolución. En su calidad de presidente de la Asamblea Nacional y como líder de la Comisión Dictaminadora Constitucional, dirigió los esfuerzos para asegurar que los derechos sociales, la igualdad económica y política, y el respeto a los derechos humanos eran pilares fundamentales.
Bajo su dirección, se llevaron a cabo Cabildos Abiertos donde participaron distintos sectores de la sociedad, lo que permitió la inclusión de las demandas populares en el texto constitucional. Esta ardua labor concluyó el 19 de noviembre de 1986, cuando la Asamblea Nacional aprobó por mayoría la Constitución, que sigue siendo un referente de justicia y equidad para el pueblo nicaragüense.
Un líder dedicado y con compromiso
Quienes conocieron a Carlos Núñez Téllez, lo describen como un hombre noble, generoso y profundamente comprometido con el bienestar de su país. Siempre dispuesto a sacrificar todo por el pueblo, su capacidad de liderazgo y su intelecto hicieron posible que Nicaragua diera pasos hacia la construcción de una sociedad más justa y
Su temprana muerte, el 2 de octubre de 1990, a la edad de 39 años, privó a Nicaragua de un líder que todavía tenía mucho que ofrecer. Sin embargo, su legado perdura en la Constitución de 1987, la cual continúa guiando el desarrollo del país y garantizando los derechos de sus pueblo.
Un Legado Inmortal
Hoy, a más de tres décadas de la promulgación de la Constitución, recordamos al Comandante Carlos Núñez Téllez como el arquitecto de un marco jurídico que, en medio de adversidades, logró consolidar los principios de pluralismo político, economía mixta y no alineamiento. Su visión, paciencia y tenacidad permitieron que Nicaragua avanzara en la senda de la justicia social, marcando un antes y un después en la historia.