El Diario Nica

Jugador de 21 años renuncia a la NBA para «seguir a Dios»

AJ Griffin, número 16 del draft de 2022, se retira con una prometedora carrera en el baloncesto.

Con solo 21 años, AJ Griffin ha decidido dejar el baloncesto, renunciando a una prometedora carrera en la NBA para «seguir a Dios». La noticia de su posible retirada fue adelantada por el periodista Shams Charania hace unas semanas. Los Rockets y el jugador estaban negociando su desvinculación, que ahora ya es oficial.

«He dejado el baloncesto para seguir a Jesús. Todo comenzó en 2020, cuando Cristo entró en mi vida. El baloncesto era mi pasión, pero al encontrar a Dios, entendí que estamos aquí para glorificarle y cumplir la misión que nos ha confiado», explicó Griffin en un video publicado en YouTube.

Griffin tenía una prometedora carrera en la NBA tras ser seleccionado en el puesto 16 del draft de 2022 por los Hawks. En su primera temporada en Atlanta, promedió 8.9 puntos con un 39% en triples y jugó 19.5 minutos por partido en 72 encuentros. Sin embargo, su rendimiento disminuyó en su segunda temporada, donde disputó 20 partidos con 8.6 minutos en cancha y promedió 2.4 puntos, con un 25.6% en triples.

Las lesiones de rodilla y tobillo tampoco le ayudaron, y en diciembre se apartó temporalmente por motivos personales. «Me alegra estar de vuelta. Ha sido genial contar con el apoyo del equipo durante este tiempo. Quiero ser breve y no contar todo», comentó entonces, dejando entrever que ya consideraba su futuro fuera del baloncesto.

«los ojos de mucha gente pueda ser una derrota, pero estoy muy emocionado«. AJ Griffin, exjugador de los Hawks y los Rockets

«Dejar el baloncesto me permite dedicarme por completo a la Iglesia y servir a Dios con todo mi corazón. Aunque muchos lo vean como una derrota, quiero que sepan que estoy muy emocionado», expresó Griffin, quien esta temporada tenía un contrato de 3.6 millones de dólares. Sus redes sociales ya mostraban su fuerte fe, con la mayoría de sus publicaciones centradas en temas religiosos.

AJ Griffin, hijo del exjugador y exentrenador Adrian Griffin, fue reconocido como el mejor jugador de instituto en Nueva York y uno de los talentos más prometedores de Estados Unidos. Tras un año en la Universidad de Duke, fue elegido por los Hawks en el draft, con quienes jugó 92 partidos en dos temporadas. El verano pasado fue traspasado a los Rockets, pero sin llegar a debutar con ellos, ha decidido retirarse. La llamada de Dios ha sido más fuerte que la del baloncesto.