La comunidad cinematográfica y televisiva se encuentra de luto tras el fallecimiento de la aclamada actriz británica Maggie Smith, a los 89 años. Conocida mundialmente por su papel como la enigmática Profesora Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter y como la astuta matriarca Violet Crawley en Downton Abbey, Smith dejó una huella imborrable en el mundo del entretenimiento.
Nacida el 28 de diciembre de 1934 en Ilford, Essex, Maggie Smith comenzó su carrera actoral en el teatro a fines de la década de 1950, donde rápidamente se destacó por su talento y versatilidad. A lo largo de su trayectoria, recibió numerosos galardones, incluidos dos Premios Óscar, cinco Premios BAFTA y un sinnúmero de premios en teatro. Su actuación en La relación de los años (1969) le valió su primer Oscar, y más tarde, su papel en El año de vivir peligrosamente (1982) consolidó su estatus como una de las actrices más respetadas de su generación.
A pesar de su prolífica carrera en el cine y el teatro, Smith alcanzó un nuevo nivel de reconocimiento internacional con su interpretación en Harry Potter. Desde su primera aparición en Harry Potter y la piedra filosofal (2001) hasta Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2 (2011), su personaje se convirtió en un símbolo de sabiduría y fortaleza. La química que estableció con otros actores, como Alan Rickman y Daniel Radcliffe, resonó profundamente en el público, consolidando su lugar en la cultura pop.
En la serie Downton Abbey, que se emitió de 2010 a 2015, su personaje, la Condesa Viuda de Grantham, se convirtió en un favorito de los fans, gracias a su ingenio mordaz y sus profundas reflexiones sobre el cambio social en la Inglaterra de principios del siglo XX. Este papel le valió varios premios y contribuyó a que la serie se convirtiera en un fenómeno global.
El impacto de Maggie Smith va más allá de sus roles icónicos. Su dedicación al arte y su habilidad para interpretar personajes complejos han inspirado a generaciones de actores. Muchos de sus colegas han compartido sus recuerdos y tributos a través de las redes sociales, destacando su generosidad y el cariño que brindaba a quienes trabajaban a su lado.
El director de Downton Abbey, Julian Fellowes, expresó su profundo pesar en un comunicado: «Maggie no solo fue una brillante actriz, sino también una persona extraordinaria. Su talento y humor siempre iluminaron el set».
El legado de Maggie Smith perdurará en la memoria colectiva, no solo por sus contribuciones artísticas, sino también por la autenticidad y la pasión con la que vivió su vida. Su ausencia se sentirá en el mundo del cine y el teatro, donde siempre será recordada como una de las grandes.
La familia de Smith ha solicitado privacidad en este difícil momento, y se ha anunciado que se llevará a cabo un homenaje en su honor en el Teatro Nacional de Londres, donde su carrera comenzó a florecer.
Maggie Smith, siempre en nuestros corazones.