El Diario Nica

LOS CONFLICTOS ENTRE LA PRESIDENCIA Y LA VICEPRESIDENCIA: DEBILIDAD INSTITUCIONAL DE GOBIERNOS DE DERECHA

Nota elaborada por: César Mairena.

Para 1990, Violeta Barrios de Chamorro, fue electa presidenta de Nicaragua, su compañero de fórmula, como vicepresidente, era el miembro del Partido Liberal Independiente (PLI), Virgilio Godoy, un reconocido anti somocista. Godoy, jamás llegó a fungir en el cargo por el que fue electo a través del voto popular, en ese gobierno, excluido, relegado y ninguneado, fue desterrado a su casa de habitación, en la colonia Centroamérica, producto de diferencias con el que realmente mandaba en el país, de una manera casi monárquica: Antonio Lacayo Oyanguren, yerno de la presidenta Barrios. De ese nepotismo, los que se dicen demócratas, en Nicaragua, guardan un hipócrita silencio. 

Actualmente, la oposición acusa al gobierno del presidente Daniel Ortega, de atacar y violentar la institucionalidad de los cuatro Poderes del Estado (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder Electoral), supuestamente imponiendo sus órdenes y mostrándolo como un político incapaz de dialogar, de trabajar por la unidad y la reconciliación entre los nicaragüenses.

Pero la realidad es otra muy diferente, tenemos que recordar que en las elecciones presidenciales del 2006, el líder sandinista, sorprende al país y al mundo entero, presentándose con un inesperado compañero de fórmula en la contienda política, el político Jaime Morales Carazo, ex dirigente de La Contra, conocido popularmente por haber sido el principal consejero político de ex presidente liberal Arnoldo Alemán, además de haber sido el propietario confiscado, de la actual casa de habitación del presidente Ortega, en El Carmen (de la cual el mismo Morales Carazo, declaró públicamente, que le fue pagada a satisfacción de parte de Ortega). A diferencia del caso de Godoy, Morales no fue utilizado únicamente como un personaje propagandístico y electoral. Una vez alcanzado el triunfo político, fungió activamente en su cargo como vicepresidente. La relación entre ambos personajes, fue tan cordial, sincera y respetuosa, que a pesar de dejar el gobierno en el 2011 -ya que el presidente Ortega se presentó a las elecciones de ese año con el ex General Omar Halleslevens como su vicepresidente-, Jaime Morales Carazo, nunca se ha referido en términos peyorativos al presidente Ortega Saavedra, ni siquiera cuando estalló la intentona golpista del 2018.

En nuestro continente, la derecha, siempre se ha vendido ante el público, como respetuosa de las leyes, la constitución, la independencia de los poderes del estado y sobre todo de las instituciones. ¿Pero qué tan ciertas son esas afirmaciones de los mal llamado “demócratas” latinoamericanos?.

Para el 12 de agosto del presente año, la vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, presentó una denuncia contra el presidente Daniel Noboa ante el Tribunal Contencioso Electoral, acusándolo de violencia política de género.

Uno de los primeros decretos de Noboa, al asumir la presidencia fue designar a Abad, como embajadora de la paz en Israel, en una misión diplomática inédita para Ecuador. La señora Abad califica dicha designación como “inútil” porque para ella, Ecuador no tiene un papel significativo en el conflicto entre Israel y Palestina.

El gobierno de Ecuador, ha intentado en cinco ocasiones apartar a Verónica Abad del cargo para que no asuma el poder en enero, cuando Noboa tenga que dejar la presidencia para dedicarse a la campaña. La normativa vigente impide que un funcionario público sea candidato, para evitar que influya en los comicios. Entre los intentos fallidos se incluye el envío apresurado de Abad a Israel, la detención de su hijo por cargos de corrupción, la negativa del Congreso a autorizar su enjuiciamiento y la denuncia por campaña anticipada presentada por un funcionario público. 

Otro país de Suramérica, también es una prueba de las terribles relaciones entre el presidente y su vicepresidenta, nos referimos a la Argentina, del “libertario” Javier Milei.

Con solo 8 meses de gobierno “libertario”, las tensiones entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel, van aumentando.

Los conflictos se han dado por diferentes motivos, desde la postulación para la Corte Suprema de Argentina, del juez Ariel Lijo -promovida por Milei y criticada por Villarruel- hasta el brusco aumento de salario de los senadores -fuertemente atacado por Milei- siendo Villaruel, la presidenta del Senado.

La vicepresidenta no es invitada a importantes actos oficiales y sostiene una agenda paralela a la de Milei. Tampoco se le consulta, ni se le pide intervención para negociar leyes, a pesar de ser la presidenta del Senado.

Pero las diferencias, entre ambos dirigentes políticos, se remontan a la época de la campaña electoral, en que Milei aseguró que la vicepresidenta estaría a cargo de las áreas de Seguridad y Defensa, pero posteriormente, esos cargos fueron asignados a los aliados Patricia Bullrich y Luis Petri. También Villaruel se ha reunido con el ex presidente Mauricio Macri, quien actualmente está muy alejado de Milei, a pesar de ser ambos de ideología de derecha, para -de acuerdo a los medios argentinos- conspirar en contra del presidente libertario.

Si los principales dirigentes de un país, en este caso presidentes y vicepresidentes, están divididos, no se podrá practicar ni ejecutar un plan de gobierno, por lo tanto se debilita al Estado de las naciones en cuestión, el desgaste que genera dichos conflictos, perjudica aún más a los pobres que no solamente tienen que luchar y enfrentar a políticas neoliberales excluyentes, que generan desempleo y pobreza, y que además arrebatan los derechos sociales del pueblo de esos países. Cuando hay conflictos entre presidentes y vicepresidentes, se debilitan las instituciones que deben de estar al servicio de los más necesitados, desvían sus recursos ya no para servir al pueblo, si no para derrotar al adversario en el mismo gobierno, ya sea el presidente/a o la vicepresidenta/e. ¿Por qué las feministas no alzan sus voces defendiendo a estas vicepresidentas de los ataques misóginos de estos dos presidentes de derecha, copiando al troglodita de Jair Bolsonaro que en su momento dirigió Brasil?

Ahhh pero sí cuestionan en Nicaragua, la validez y la legitimidad de la Ley 648, Ley de Igualdad de Derechos y Oportunidades, publicada en la Gaceta, Diario Oficial, número 51 del 12 de marzo del 2008, minimizando su impacto positivo, empoderando realmente a las mujeres en cargos de decisión y de importancia estratégica en el país (un hecho, que ubica a Nicaragua, como ejemplo mundial en la reivindicación de los derechos de las mujeres). También han criticado que la actual vicepresidenta del país, es la primera dama de la nación -y callan que una primera dama en Nicaragua, gastaba sus horas diarias en un casino apostando- descartando y olvidando la ejemplar y eficiente labor de Rosario María Murillo Zambrana, a cargo del Consejo de Comunicación y Ciudadanía del Poder Ciudadano, informando sobre los proyectos sociales, el trabajo, los logros y los triunfos de este gobierno y de la sociedad nicaragüense.

En esta “dictadura” nicaragüense, la vicepresidenta no sufre de los ataques del presidente, ambos gobiernan y trabajan por y para los nicaragüenses. En Nicaragua, el presidente no tiene una actitud misógina ante la figura de la vicepresidenta, siempre ha defendido su figura y su trabajo ejemplar, al servicio de los nicaragüenses. En este gobierno, que no es “democrático” como el de Ecuador y el de Argentina, las mujeres mandan, porque en este país de Sandino y su adorada esposa Blanca Aráuz, la figura de la mujer es amada, respetada, valorada y apreciada, desde la época de la lucha del general de hombres y mujeres libres. En este país, con el gobierno sandinista, la mujer no es vista como un elemento decorativo del hogar o usada para efímeras campañas electorales, en Nicaragua, tierra de mujeres generosas, trabajadoras, ejemplares, combativas y valerosas, la mujer está empoderada y por eso es que este país, hay paz, desarrollo, estabilidad y mucho amor. Por eso gritamos la consigna:

“SIN PARTICIPACIÓN DE LA MUJER, NO HAY REVOLUCIÓN”.