Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) han expresado su firme rechazo a la reciente resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) que exige la publicación de las actas de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio. Esta resolución, promovida principalmente por Estados Unidos, ha sido calificada por el ALBA-TCP como una intromisión abierta en los asuntos internos de Venezuela.
El Consejo Permanente de la OEA aprobó el pasado viernes una resolución que insta a Venezuela a publicar de manera expedita las actas electorales de las recientes elecciones presidenciales. La resolución también hace un llamado a todas las partes a abstenerse de cualquier conducta que pueda comprometer una salida pacífica a la crisis política en el país.
En un comunicado oficial, los países del ALBA-TCP han denunciado esta resolución como improcedente e intervencionista. “Esta resolución representa otra intromisión abierta en los asuntos internos de Venezuela y confirma, una vez más, el rol servil de la OEA ante Washington para impulsar planes golpistas, desconociendo las instituciones del Estado venezolano para solventar sus asuntos”, señala el comunicado.
El ALBA-TCP recordó que Venezuela no es miembro de la OEA desde 2019, lo que, según ellos, invalida cualquier facultad de la organización para tratar asuntos relacionados con el país sudamericano. “Venezuela es una nación soberana, libre e independiente, cuyo pueblo se ha caracterizado por su profunda vocación democrática y pacífica”, subraya el comunicado.
La resolución de la OEA ha generado un amplio debate en la región. Los países del ALBA-TCP han exigido respeto a la voluntad soberana del pueblo venezolano y al funcionamiento de sus instituciones. Además, han hecho un llamado a la OEA para que se ocupe de las crisis sociales, económicas y de gobernabilidad que afectan a varios de sus estados miembros, especialmente en Estados Unidos.
La comunidad internacional ha seguido de cerca este intercambio de declaraciones. Mientras algunos gobiernos apoyan la postura de la OEA, otros respaldan la posición del ALBA-TCP, subrayando la importancia de respetar la soberanía de Venezuela. Este incidente pone de relieve las tensiones persistentes en la región y la polarización en torno a la situación venezolana.
El rechazo del ALBA-TCP a la resolución de la OEA subraya la complejidad de la crisis venezolana y la necesidad de soluciones que respeten la soberanía y la autodeterminación del país. La comunidad internacional deberá seguir de cerca los desarrollos en esta situación, que tiene implicaciones significativas para la estabilidad y la gobernabilidad en América Latina.