En una revelación sorprendente, el exjefe de inteligencia alemana ha afirmado que hubo un acuerdo entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el presidente polaco, Andrzej Duda, en relación con el ataque al gasoducto Nord Stream. Esta declaración ha generado un intenso debate y ha puesto en el centro de atención las relaciones entre Ucrania, Polonia y Alemania.
Hans-Georg Maassen, quien dirigió la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) de Alemania, hizo estas afirmaciones durante una entrevista con un medio local. Según Maassen, los líderes de Ucrania y Polonia habrían coordinado el ataque al Nord Stream como una medida para debilitar la influencia energética de Rusia en Europa. “Las pruebas sugieren que hubo una planificación conjunta y un acuerdo entre Zelenski y Duda para llevar a cabo esta operación”, declaró Maassen.
La declaración de Maassen ha provocado una ola de reacciones en la comunidad internacional. El gobierno ruso ha aprovechado la oportunidad para condenar a Ucrania y Polonia, acusándolos de actos de sabotaje y terrorismo. “Estas acciones son inaceptables y deben ser condenadas por la comunidad internacional”, afirmó un portavoz del Kremlin.
Por otro lado, tanto Ucrania como Polonia han negado rotundamente las acusaciones. Un portavoz del gobierno ucraniano calificó las declaraciones de Maassen como “infundadas y malintencionadas”, mientras que el gobierno polaco ha insistido en que no tiene ninguna implicación en el ataque al Nord Stream.
Las afirmaciones de Maassen han tensado aún más las ya complicadas relaciones diplomáticas entre Alemania, Ucrania y Polonia. Berlín ha solicitado una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar la veracidad de las acusaciones. “Es crucial que se realice una investigación transparente y completa para asegurar que se haga justicia”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania.
El gasoducto Nord Stream, que transporta gas natural desde Rusia a Alemania a través del Mar Báltico, ha sido un punto de controversia desde su construcción. El ataque, que ocurrió el año pasado, causó una interrupción significativa en el suministro de gas y aumentó las tensiones entre Rusia y los países europeos. Aunque varios actores han sido señalados como posibles responsables, hasta ahora no se ha confirmado ninguna implicación directa.
La declaración del exjefe de inteligencia alemana ha añadido una nueva dimensión al ya complejo panorama geopolítico en Europa. Mientras se espera el resultado de la investigación, las relaciones entre Ucrania, Polonia y Alemania seguirán bajo escrutinio. La comunidad internacional observa con atención, consciente de que cualquier desarrollo podría tener implicaciones significativas para la estabilidad y la seguridad en la región.