El ’93’ aún no ha logrado una victoria con la Ducati y está decidido a romper su preocupante sequía a bordo de la GP23. Su próximo desafío es el Red Bull Ring, un circuito donde aún no ha saboreado el triunfo.
Después de una semana de receso, MotoGP regresa. Silverstone fue el escenario de la primera carrera de agosto, y ahora el campeonato se traslada al Red Bull Ring. En el circuito británico, Marc Márquez sufrió una caída en el Sprint y terminó cuarto en la carrera principal, aunque en ningún momento se mostró capaz de competir con los tres pilotos que ocuparon el podio. Enea Bastianini, Jorge Martín y Pecco Bagnaia (todos al mando de la potente GP24) dominaron en otra categoría.
Ahora que hemos llegado al ecuador del campeonato, Marc tiene objetivos claros. El primero es evidente: ganar su primera carrera con Ducati. A Márquez le gustaría despedirse del equipo Gresini con al menos un triunfo más en su historial, lo que sería su 60ª victoria en MotoGP y la 86ª en su carrera.
Casi tres años sin ganar; el corredor nacido en Cervera no conquista una victoria desde el 24 de octubre de 2021. Ese día se impuso en el Gran Premio de la Emilia-Romagna disputado en Misano. Es decir, ya han pasado casi tres años desde que ganó por última vez.
El reto más difícil es que rompa el hechizo precisamente en Austria. Nunca se ha subido al cajón más alto del podio del Red Bull Ring. Es de los pocos circuitos en los que no ha saboreado la miel de la victoria. Lo bueno para el ’93’ es que este es un sitio muy favorable para Ducati. Pero en su contra juega que no corre con la pata negra. Y ya se está viendo, como ha reconocido el mismo Gigi Dall’Igna, que hay bastante diferencia entre la Desmosedici del año pasado y la de 2024.
Competencia interna
Aun así, el piloto de Cervera es el único que, carrera tras carrera, se enfrenta a los que llevan la mejor Ducati. Para el octocampeón, el desafío de vencerles es una motivación, al igual que superar a quienes compiten con la misma máquina.
Actualmente, Marc ocupa la cuarta posición en la clasificación general con 179 puntos. Detrás de él están Fabio Di Giannantonio, octavo con 104 puntos; su hermano Álex, compañero de equipo en Gresini, décimo con 92 puntos; y Marco Bezzecchi, undécimo con 61 puntos. Incluso Franco Morbidelli, que corre con una GP24 en el equipo Prima Pramac, está por detrás, en la duodécima posición con 61 puntos.
Marc nunca ha sido superado por sus compañeros de equipo. Desde su debut en 2008 en la clase reina, ha compartido box con Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo, Pol Espargaró, Joan Mir y Álex Márquez, y ninguno ha logrado superarlo con la misma moto, ni siquiera cuando ha corrido mermado. La única excepción es el año 2020, en el que estuvo fuera de competición debido a una lesión.
Este año, Marc parece encaminado a vencer a Álex y a los demás pilotos que compiten con la GP23, pero para él eso es insuficiente. Su verdadera ambición es volver a ganar carreras y luchar por añadir más títulos a su palmarés, aspirando a igualar los nueve títulos mundiales de Valentino Rossi.
Reducir el número de caídas
Otro de los objetivos de Marc es reducir drásticamente el número de caídas. En 2023, se fue al suelo 29 veces y este año ya suma 15. Lo preocupante es que antes podía atribuir esas caídas a lo ingobernable de la Honda, pero en 2024 corre con una Ducati, por lo que es esencial que detenga esta tendencia.
Tantas caídas no solo le cuestan puntos valiosos, sino que también aumentan el riesgo de sufrir una lesión grave. A sus 31 años, Marc no puede permitirse perder más temporadas por lesiones. Si este año no logra romper su maleficio, en 2024 le espera un asiento en el equipo oficial de Ducati, donde sabe que no puede fallar.