En un nuevo episodio de las tensiones persistentes entre Corea del Norte y Corea del Sur, Pyongyang ha reanudado el envío de globos cargados de basura hacia su vecino del sur. Este acto, que ha sido confirmado por el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, ha generado preocupación y malestar en Seúl.
El pasado sábado, Corea del Norte lanzó aproximadamente 240 globos cargados de basura, de los cuales una decena logró cruzar la frontera y llegar a territorio surcoreano1. Estos globos contenían diversos desechos, incluyendo papel higiénico, plásticos y excrementos de animales. Este tipo de acciones no es nuevo; desde mayo, Pyongyang ha enviado más de 2,000 globos con basura en respuesta a los globos con propaganda contraria al régimen norcoreano que activistas surcoreanos lanzan regularmente.
La respuesta de Seúl no se ha hecho esperar. Las autoridades surcoreanas han instado a la población a no tocar los globos caídos y a reportarlos inmediatamente al Ejército o a la Policía3. Además, el gobierno surcoreano ha calificado estos lanzamientos como «despreciables, vergonzosos y vulgares».
Por su parte, Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, ha respondido con ironía a las protestas de Seúl, calificando los lanzamientos como “sinceros regalos” amparados por la «libertad de expresión».
Este tipo de incidentes no es aislado. Las tensiones entre las dos Coreas han sido una constante desde el fin de la Guerra de Corea en 1953, que terminó con un armisticio y no con un tratado de paz. La frontera entre ambos países, conocida como la Zona Desmilitarizada (DMZ), es una de las más fuertemente fortificadas del mundo.
La reanudación de estos lanzamientos de globos con basura podría tener serias implicaciones para la estabilidad en la península coreana. Seúl ha suspendido un tratado para rebajar la tensión militar en zonas fronterizas firmado con el Norte en 2018 y ha reinstalado altavoces en la frontera para emitir propaganda contraria al régimen norcoreano.
En conclusión, este nuevo episodio de lanzamiento de globos con basura por parte de Pyongyang no solo refleja las tensiones persistentes entre las dos Coreas, sino que también subraya la necesidad de encontrar soluciones diplomáticas para evitar una escalada mayor en la región.