En un acto de protesta que ha captado la atención mundial, activistas climáticos del grupo Futuro Vegetal irrumpieron en la mansión del famoso futbolista Lionel Messi en Ibiza y vandalizaron su fachada con pintura roja y negra. La acción, llevada a cabo en la madrugada de hoy, busca denunciar la responsabilidad de los ricos en la crisis climática.
Los activistas lograron acceder a la propiedad de Messi, adquirida en 2022 por 11 millones de euros, y procedieron a pintar la fachada con mensajes como “Help the Planet – Eat the Rich – Abolish the Police” (Ayuda al planeta, cómete un rico y abolir la policía). Además, posaron con pancartas en las que se leía: «Ayudar al planeta, comerse a un rico y abolir a la Policía».
Futuro Vegetal, el grupo detrás de esta acción, emitió un comunicado explicando que su objetivo, es resaltar la desigualdad en la responsabilidad de la crisis climática. Según el grupo, el 1% más rico de la población mundial generó en 2019 la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres de la humanidad. “Las comunidades más vulnerables son las que padecen las peores consecuencias de esta crisis”, afirmó Bilbo Bassaterra, portavoz del grupo.
La mansión de Messi, que ya había sido objeto de controversia por irregularidades urbanísticas, ahora enfrenta una nueva ola de críticas. El Ayuntamiento de San José había denegado la licencia de final de obra, lo que impide que el propietario pueda solicitar la cédula de habitabilidad. Este incidente ha reavivado el debate sobre la legalidad de la construcción y el trato preferencial hacia los ricos.
Esta no es la primera vez que Futuro Vegetal realiza acciones de este tipo en Ibiza. El verano pasado, el grupo roció con pintura negra las cerezas de la discoteca Pacha y arrojó pintura a un jet privado, un Lamborghini y el megayate Kaos. Estas acciones forman parte de una campaña más amplia para denunciar la inacción de las instituciones ante la crisis climática y reclamar cambios en el sistema agroalimentario.
El acto de vandalismo en la mansión de Messi ha generado un intenso debate sobre la responsabilidad de los ricos en la crisis climática y la efectividad de las políticas medioambientales actuales. Mientras tanto, la comunidad de Ibiza y el mundo observan con atención las repercusiones de este incidente y las posibles respuestas de las autoridades y del propio Messi.