Un trágico incendio en el hotel Zabeer International de Jessore, Bangladesh, ha dejado al menos 24 muertos y más de 150 heridos. El incendio, que se desató durante una manifestación, ha conmocionado a la nación y ha puesto de relieve la creciente tensión política en el país.
El incendio comenzó alrededor de las 16:00 horas (hora local) cuando un grupo de manifestantes irrumpió en el hotel, destrozando mobiliario y saqueando el lugar antes de prenderle fuego. Las llamas se propagaron rápidamente, atrapando a muchos de los huéspedes y empleados dentro del edificio. La mayoría de las víctimas fallecieron por asfixia debido al humo.
La manifestación se llevó a cabo para celebrar la renuncia de la primera ministra Sheikh Hasina, quien dimitió en medio de intensas protestas contra su gobierno1. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, exigían cambios políticos y el fin de la represión policial. Durante la marcha, algunos participantes rociaron gasolina en la planta baja del hotel y le prendieron fuego, desencadenando el devastador incendio.
El jefe de los Bomberos de Khulna, Abdul Qadir, informó que el incendio fue controlado después de cuatro horas de intensos esfuerzos. Los equipos de rescate lograron salvar a entre 25 y 30 personas, pero la magnitud de la tragedia ha dejado a la comunidad en estado de shock. Partho Pratim Chakraborty, médico residente del Hospital General de Jessore, confirmó que más de 150 personas fueron ingresadas con diversas lesiones.
El hotel Zabeer International, propiedad del diputado y secretario general de la Liga Awami, Shahin Chakladar, no solo era un símbolo de lujo, sino también un objetivo de la ira popular. Este incidente subraya la creciente tensión política en Bangladesh y la urgente necesidad de reforzar las medidas de seguridad durante las manifestaciones para prevenir tragedias similares en el futuro.
La tragedia en el hotel Zabeer International ha dejado una profunda herida en la comunidad de Jessore y ha puesto de manifiesto las graves consecuencias de la inestabilidad política en Bangladesh. Mientras las autoridades investigan el incidente y buscan a los responsables, la nación se enfrenta a un momento de reflexión y a la necesidad de encontrar soluciones pacíficas a sus conflictos internos.