Hasta ahora no han asumido la responsabilidad del atentado.
La muerte del líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán, la capital de Irán, sacudió Medio Oriente y amenaza con desestabilizar aún más la región y poner en peligro las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamas sobre la guerra en Gaza.
El ataque contra Haniyeh, se produjo en la madrugada de este miércoles y Hamas señaló a Israel, que hasta ahora declinó hacer comentarios. Haniyeh había estado en Teherán para la toma de posesión del presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, y se alojaba en una residencia para veteranos en el norte de la ciudad, informó el medio de noticias afiliado al Estado Fars.
Alrededor de las 2 de la madrugada, hora local, un proyectil guiado desde el aire, hizo blanco en el lugar donde se alojaba Haniyeh, según el medio estatal iraní IRNA, que afirmó que también había muerto su guardaespaldas.
Todas las miradas se centrarán ahora en dos cuestiones clave, como son; qué pasará con las negociaciones sobre los rehenes y el alto el fuego en Gaza, dado que Haniyeh dirigía las operaciones políticas del grupo desde el extranjero y actuaba como interlocutor clave con los mediadores internacionales y que será este ataque dentro de Irán el catalizador de una posible guerra regional en toda regla.
El asesinato del líder de Hamás, provocó comentarios y posturas en el frente internacional. Irán ha decretado tres días de luto nacional, y su Guía Supremo ha prometido venganza.
El ayatolá Ali Jamenei, afirmó que Israel «se ha preparado un duro castigo». Turquía condenó enérgicamente lo que Ankara calificó de «vergonzoso asesinato» que «también pretende extender la guerra de Gaza a una dimensión regional». Rusia denunció el «inaceptable asesinato político que conducirá a una mayor escalada de las tensiones». El asesinato del líder de Hamás también fue comentado por los rebeldes houthis yemeníes, según los cuales «atentar contra Ismail Haniyeh es un atroz crimen terrorista y una flagrante violación de las leyes y valores ideales».