El juez Patricio Vidal, aceptó analizar la posibilidad de otorgar un ‘habeas corpus’ en favor del exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, para que pueda salir de prisión con el fin de recibir una atención médica adecuada que evite que cometa un segundo intento de suicidio.
La solicitud la presentó Karen Begonia Gómez Subia, abogada de Glas, quien fue detenido el pasado 6 de abril durante el asalto que las fuerzas de seguridad y militares de Ecuador, realizaron en la Embajada de México en Quito, en donde se encontraba asilado.
El trámite ingresó el pasado viernes, fue aceptado el lunes y será resuelto el miércoles ya que el juez convocó a una audiencia en la que decidirá si quien fuera vicepresidente ecuatoriano (2013-2018) puede ser trasladado de la cárcel La Roca, ubicada en Guayaquil, a la casa de su madre.
En su escrito, la abogada advirtió que existe «un alto riesgo» de que Glas intente suicidarse como ya lo hizo dos días después de que lo detuvieron. También aseguró que su integridad física y mental se ha deteriorado desde que lo sacaron de la Embajada mexicana.
«El estado mental actual del señor Jorge Glas es extremadamente grave», afirmó en la petición de ‘habeas corpus’, que fue publicada por el diario El Universo, y que se basa en una valoración neuropsiquiátrica que se realizó el 14 de junio.
«En el informe en referencia, se describe cómo la salud psiquiátrica se ha ido deteriorando y la posibilidad de suicidio se ha ido incrementando desde su encarcelamiento en la cárcel La Roca», añadió.
La abogada insistió en que es imposible que Glas reciba un tratamiento psiquiátrico y psicoterapéutico adecuado dentro de una cárcel, como lo demuestra la manera en la que se le trató el 8 de abril, cuando fue hallado inconsciente en su celda.
Primero lo llevaron en ambulancia al Hospital Militar en Guayaquil y luego al Hospital Naval pero, a pesar de que su salud física y mental fuera precaria, fue dado de alta y llevado de regreso a La Roca sin haber recibido atención especializada psiquiátrica.
«Hoy conocemos que el exvicepresidente Jorge Glas, aquel 8 de abril de 2024, intentó quitarse la vida mediante una sobredosis de fármacos», precisó la demanda.
El diagnóstico, agregó, fue intoxicación por benzodiacepinas, intoxicación aguda por sedantes y neumonía adquirida en la comunidad. Además, Glas padece otros problemas de salud, como una «espondilitis anquilosante», una forma de artrosis crónica e incurable que requiere atención médica especializada y un tratamiento de rehabilitación que la cárcel no puede solventar.
La abogada explicó que la detención de Glas, viola su derecho a no ser torturado, tratado en forma cruel, inhumana o degradante, por lo que solicitó su inmediato traslado al domicilio de su madre, con resguardo policial, para que los médicos de su confianza el brinden atención médica especializada y psiquiátrica que necesita.