Matagalpa, conocida por su clima fresco y paisajes montañosos, alberga uno de los destinos turísticos más encantadores de Nicaragua: la Cascada Blanca.
Este paraíso natural, ubicado entre los municipios de La Dalia y Matagalpa, es un refugio para aquellos que buscan una experiencia única en contacto con la naturaleza.
La Cascada Blanca se encuentra a tan solo 17 km de la ciudad de Matagalpa. Para llegar, se puede tomar la carretera a La Dalia y dirigirse al kilómetro 1472. El viaje es una aventura en sí mismo, ofreciendo vistas espectaculares de las montañas matagalpinas y la oportunidad de sumergirse en el fresco aire de la región.
Con una impresionante caída de 17 metros de altura, la cascada es un espectáculo para la vista. Su poza sagrada, de igual profundidad, invita a los visitantes a un refrescante chapuzón en aguas cristalinas. Rodeada de exuberante vegetación, la cascada es el lugar perfecto para relajarse y renovar energías.
La reserva ofrece una variedad de actividades para disfrutar:
Senderismo: Explora los senderos y descubre la flora y fauna local.
Exploración de Cuevas: Aventúrate en las cuevas cercanas a la cascada.
Rapel: Para los amantes de la adrenalina, el rapel es una actividad imperdible.
Kayak: Navega en kayak y disfruta de la tranquilidad del lugar.
Además, el Eco-Lodge Cascada Blanca proporciona servicios como bar y restaurante, alojamiento, camping, masajes, y tours de chocolate y café.
La cascada no solo es conocida por su belleza natural, sino también por la leyenda de Yasica y Yaguare, dos hermanos indígenas cuyos espíritus aún residen en este mágico lugar.
Horario: Abierto de lunes a jueves de 09:00 a 17:00, sábados de 08:30 a 17:00 y domingos de 08:00 a 17:00.
Costo de Entrada: C$70 córdobas, con opciones de comida desde C$130 córdobas.
La Cascada Blanca es un destino que no debe faltar en tu itinerario de viaje por Nicaragua. Ya sea que busques aventura o simplemente un lugar para desconectar, este tesoro natural te espera con los brazos abiertos.