El español vence al campeón olímpico, el portugués Pedro Pichardo, con un majestuoso salto de 18,18 metros, en la primera final de la historia con dos triplistas superando los 18 metros.
Es muy probable que Jonathan Edwards ya sepa quién es Jordan Díaz y que ya no tenga tan claro que será el jamaicano Jaydon Hibbert quien bata su récord mundial en los próximos años.
El británico, plusmarquista mundial (18,29) desde 1995, confesó recientemente a MARCA que no conocía a Jordan, quizás porque el saltador español llevaba desde 2019 sin participar en un gran campeonato y estuvo casi todo 2023 inactivo por una tendinitis en la rodilla.
Díaz ha atravesado un largo proceso burocrático de tres años, impuesto por World Athletics a los atletas que cambian de nacionalidad. Aunque es español desde febrero de 2022, no cumplía los requisitos de arraigo hasta ahora. Esta espera le permitió disfrutar de una noche histórica en el Olímpico de Roma, donde se proclamó campeón de Europa con un salto de 18,18 metros, el tercero más largo de la historia.
El discípulo de Iván Pedroso venció al portugués Pedro Pichardo, campeón olímpico en Tokio, quien fue segundo con un salto de 18,04 metros. Esta final fue la primera en la historia en la que dos triplistas superaron los 18 metros.
Jordan, que desertó en junio de 2021 durante una concentración de la delegación cubana en Castellón, esperaba competir en los Juegos de París, pero World Athletics atendió la petición de la RFEA para adelantar su transferencia y permitirle competir en el campeonato europeo de Roma.
La final fue intensa, con Pichardo empezando con un salto de 17,51 metros y mostrando desaprobación, consciente de que necesitaba más para vencer a ‘Air’ Jordan.
Un gran inicio abrió el apetito con un vuelo de 17,56 metros por parte del discípulo de Iván Pedroso, marca de la temporada. El español, con un salto mejor ajustado, se mostraba satisfecho.
Pichardo subió la apuesta con un segundo salto de 18,04 metros (-0.6), apenas la tercera vez que superaba los 18 metros, las dos anteriores en mayo de 2015, en Doha y La Habana, aún como cubano. Jordan necesitaba un acto heroico para revertir la situación.
El español respondió con un segundo salto de 17,82 metros (-0.2), a sólo cinco centímetros de su mejor marca personal, enviando un claro mensaje al campeón olímpico.
La competencia seguía intensa, con Jordan decidido a convertirse en el octavo triplista en superar los 18 metros. Ambos habían ya superado los 17,75 metros, la mejor marca de la temporada del jamaicano Hibbert.
En su tercer intento, Pichardo saltó 17,55 metros (0.2), mientras Jordan hizo un nulo y no completó su tercer salto. Sin embargo, Jordan se mostraba relajado, consciente de que el trabajo estaba hecho y cualquier mejora sería un premio.
En el cuarto turno, Jordan saltó primero, volando más lejos que nunca con un salto de 17,96 metros (-0.3), estableciendo un récord de España y colocándose noveno en el ranking mundial de todos los tiempos. Pichardo respiró aliviado y dejó pasar su cuarto intento.
En el quinto intento, Jordan logró una hazaña histórica al saltar 18,18 metros (-0.3), el tercer salto más largo de la historia, dejando a Pichardo tocado, quien respondió con 17,47 metros (0.1). Jordan ya no es solo el chico que se parecía a Bellingham, sino un nombre destacado en el atletismo mundial.
Pichardo, a fin de cuentas un campeón, saltó 17,92 metros (-0.5) en su sexto y último intento, lo que hizo innecesario que Jordan se esforzara más en el Olímpico romano. El oro y la gloria eran suyos.
El bronce fue para Thomas Gogois con 17,38 metros (-0.4). El francés podrá contar que subió al podio el día en que el mundo y Jonathan Edwards descubrieron a Jordan Díaz, quien ya no será detenido en la calle solo para decirle que se parece a Jude Bellingham.