No volveremos a ver una temporada en la que Red Bull gane todas las carreras del calendario, aunque sigue teniendo el mejor auto de la categoría.
No volveremos a ver una temporada donde Red Bull gane todas las carreras de Fórmula 1 menos una, ni esos triunfos de Max Verstappen con diferencias de 30 o más segundos sobre su más cercano perseguidor. Sin embargo, el auto producido en Milton Keynes sigue siendo, aunque no siempre, el mejor de la categoría.
Existen varias maneras de verlo y parecería muy obvio decir que 2024 es un año muy diferente a 2023 en la F1, pero cuando Verstappen ha ganado seis de los nueve Grandes Premios disputados, alguien podría argumentar que el dominio de Red Bull sigue igual. Sin embargo, esto no es así.
Las distancias se han acortado entre los 10 equipos de la F1. Por ejemplo, en Imola, durante la Q1, los 15 coches que avanzaron a la Q2 estaban separados por solo 395 milésimas. ¡15 autos!
La diferencia entre Max Verstappen y Sergio Pérez en esa clasificación fue de 349 milésimas, poco más de tres décimas de segundo. El año pasado, si Checo marcaba un tiempo tres décimas más lento que Max, probablemente arrancaría en el Top 5 de la parrilla.
Pero en 2024, el tiempo de Max en la Q1 de Imola, 1:11.711, fue apenas el sexto más rápido, y Checo quedó en el lugar 16.
Hoy no hay carrera que se pueda ganar fácilmente. Hay mayor competencia, sí, pero en general, Red Bull sigue siendo el mejor equipo.
Lo que nos ha enseñado 2024 es que cuando Ferrari, McLaren y otros equipos se han acercado a Red Bull, se han vuelto visibles las debilidades del RB20.
En 2023, el dominio de Red Bull era tan grande que sus debilidades en circuitos con curvas lentas, en cambios de condiciones de la pista, o en situaciones mixtas que degradaban los neumáticos en el tráfico, pasaban desapercibidas. Sin embargo, en 2024, estas debilidades se han vuelto muy evidentes.
El mejor indicador de los puntos débiles de Red Bull es el piloto mexicano Checo Pérez.
Aunque el tapatío es un gran piloto, es muy susceptible a los problemas de balance del RB20, y antes del RB19. Su estilo de manejo más convencional tiende a sufrir cuando el auto pierde estabilidad en la parte trasera, lo que se refleja inmediatamente en las sesiones de calificación de los sábados.
Por otro lado, Verstappen, un piloto superdotado, logra compensar los problemas del coche y consigue esas décimas adicionales.
Además, Red Bull enfrentó problemas en Imola y Mónaco debido a discrepancias entre los datos del simulador y la realidad. La correlación de datos fue incorrecta, y los cambios en los lavaderos, kerbs y ondulaciones resultaron ser un dolor de cabeza para pilotos e ingenieros.
Tampoco es un secreto que los mejores elementos de Red Bull están del lado de Max Verstappen, incluyendo a los ingenieros más talentosos. Por ello, las soluciones llegan al auto del neerlandés más rápido que al de Checo.
El responsable del área de ingeniería es Gianpiero Lambiasse, quien también funge como ingeniero de carrera de Verstappen. Con un auto más «terrenal» y rivales más cercanos, Red Bull tiende a ser «mortal», no el super equipo de 2023. Esto no significa que no puedan ganar la mayoría de las carreras y llevarse tanto el Campeonato de Pilotos como el de Constructores, pero les costará más trabajo.
McLaren ya ganó una carrera con Lando Norris, y es muy probable que no sea la única victoria, tanto para el inglés como para su coequipero, Oscar Piastri. McLaren ha demostrado ser el equipo con el monoplaza más constante de la parrilla, siendo competitivo en prácticamente todas las pistas.
Ferrari ya cuenta con una victoria por piloto en 2024 y, antes de Canadá, había sido el equipo con más regularidad en el podio. Sin embargo, Montreal fue un desastre con un doble abandono, demostrando que si los del Cavallino Rampante quieren competir con Red Bull, deben resolver los problemas que enfrentaron en una pista verde, con lluvia y en constante evolución como el circuito Gilles Villeneuve.
Mercedes parece haber dado un paso adelante en Canadá al encontrar soluciones para el alto subviraje del W15, aunque el 3-4 de George Russell y Lewis Hamilton podría haber sido engañoso debido a las condiciones de pista sin agarre y la lluvia, donde su monoplaza, por alguna razón, mejora su rendimiento.
Checo Pérez deberá ser competitivo y candidato a ganar un Gran Premio en Barcelona, Austria y durante el resto de la temporada europea, especialmente en Bélgica, Monza y Baku.
De ahora en adelante, Red Bull será dominante en algunos circuitos, competitivo en otros y enfrentará dificultades en otros más. Sin embargo, siempre tendrá a su favor que Max Verstappen encuentra la manera de estar adelante y pelear por la victoria.
Sus mayores desafíos podrían ser en Singapur y Qatar, y enfrentarán mucha competencia en Austin, Países Bajos y Las Vegas.
La mayor oportunidad para Red Bull será trabajar para que Checo Pérez tenga un coche más predecible en las pistas donde no sean tan fuertes o estén detrás de McLaren y Ferrari.
Es crucial que le brinden ese apoyo a Pérez para asegurar el Campeonato de Constructores. Tras nueve carreras, Red Bull sigue siendo el gran favorito, ya que la F1 se ha vuelto un deporte donde arrancan 20 coches y Max Verstappen siempre halla la manera de ganar. Ahora falta que Checo Pérez logre colocarse lo más cerca posible del tricampeón.