En el corazón de la Reserva Natural Datanlí El Diablo, se esconde un tesoro de la naturaleza: la Cascada La Bujona.
Este maravilloso lugar, ubicado en el departamento de Jinotega, es un santuario de biodiversidad, hogar de una rica fauna y flora del bosque tropical.
La cascada no solo es un espectáculo visual, sino que también juega un papel vital en la alimentación del Lago de Apanás.
Su nombre proviene del sonido único que produce la caída del agua, ofreciendo a los visitantes una experiencia de tranquilidad y desconexión de la rutina diaria.
Los turistas pueden disfrutar de un tour completo que inicia en la comunidad La Fundadora, donde es posible alojarse en cabañas y realizar senderismo para apreciar la belleza del lugar.
La guía turística Gema Valdivia y el promotor turístico Endy Jarquín destacan la importancia de la cascada como atractivo turístico y la accesibilidad del camino que facilita la llegada al sitio.
La Cascada La Bujona no solo ofrece un refrescante baño en sus aguas, sino que también brinda beneficios de hidroterapia. La temperatura del agua contribuye al torrente sanguíneo y disminuye la presión arterial, promoviendo así la salud de los visitantes.
Los comunitarios se esfuerzan por promover este destino, creando paquetes turísticos que incluyen la visita a las comunidades cercanas y la oportunidad de conocer la vida cotidiana de las familias locales.
La Cascada La Bujona es un lugar recomendado por los mismos nicaragüenses, como Tatiana Meneses y Teresa Zeledón, quienes invitan a todos a vivir esta experiencia única y diferente.