Dado que el sistema electoral panameño estipula que el triunfo se da por mayoría simple, no existe la segunda vuelta.
El opositor derechista, José Raúl Mulino, ganó las elecciones presidenciales de Panamá, asumiendo el cargo el 1 de julio, luego de convertirse en el sustituto del inhabilitado expresidente Ricardo Martinelli. Previo a las elecciones, Mulino se ratificaba como el favorito para la jornada electoral según diferentes firmas encuestadoras.
Mulino, es un abogado de 64 años y su última posición en la política fue como ministro de seguridad en la administración de Ricardo Martinelli de 2009-2014. A pesar de ser una entrada tardía en la carrera, Mulino terminó ganando la elección presidencial con el 35% de los votos y una ventaja de nueve puntos sobre su oponente más cercano
De 3 millones de electores totales, la participación electoral fue del 75,94%. Mulino logró más del 34% de los votos, en segundo lugar quedó Ricardo Lombana con poco mas del 25% y en tercer lugar se ubicó el expresidente Martín Torrijos con poco más del 16% de los votos totales.
A pesar de ser el favorito en las elecciones, Mulino también tuvo una amplia oposición entre la que se incluye al salsero panameño Rubén Blades, quien llamó el viernes a sus compatriotas a no votar el domingo en las elecciones presidenciales por José Raúl Mulino, delfín del expresidente Ricardo Martinelli y a quien llamó “testaferro de un declarado corrupto”.
Al recibir la noticia de su triunfo, se comprometió a formar “un gobierno de unidad nacional lo antes posible” y mencionó que implica un enorme peso sobre sus hombros, que recibe complacido.