Prácticamente se inclinó en la Jornada 34 tras la derrota del Barça ante el Girona, asegurando así el título para el conjunto merengue; mientras continúa la batalla por evitar el descenso y por alcanzar el subliderato.
En su primera oportunidad, el Real Madrid aseguró el título. El enésimo tropiezo del Barcelona ante el Girona, un equipo de cristal, que celebró su clasificación para la Champions, permitió al equipo merengue festejar el campeonato. Aunque golearon al Cádiz a medio gas y con un equipo improvisado (pensando en el Bayern), cuya salvación pende de un hilo.
Es una quimera para el Granada, que fue derrotado en el Sánchez Pizjuán por un Sevilla ya asegurado (cuatro victorias y un empate en las últimas cinco jornadas), y está destinado a acompañar al Almería, que sorprendió en Vallecas aumentando la presión sobre un Rayo que aún tiene al Mallorca acechando por detrás, más ansioso que nunca, tras ceder en casa ante el Atlético.
La segunda derrota consecutiva del Valencia, esta vez en casa ante el Alavés, enfrió por completo sus aspiraciones europeas. Mientras tanto, el Betis se aferró a ellas al ganar en Pamplona y asegurar un lugar en la Conference League. Por otro lado, la Real Sociedad dio un gran salto hacia la Europa League al vencer a Las Palmas, que acumula siete derrotas seguidas y diez partidos sin ganar. En teoría, el Athletic Club acompañaría a la Real en la Europa League si los leones no logran arrebatar la cuarta posición al Atlético de Madrid.
El gol de Anastasios Douvikas significó la victoria del Celta sobre el Villarreal. Recibió un pase en diagonal de Aspas y se lanzó de cabeza, rematando cruzado para conseguir un gol que vale su peso en oro.
La intervención crucial de Jan Oblak, desviando a córner un potente disparo rasante de Darder, que habría significado el empate para el Mallorca frente al Atlético. En ese momento del partido, ya en la segunda mitad, el Atlético lideraba 1-0, marcador que se mantuvo hasta el final del encuentro.
El incidente que llevó al árbitro a cambiar su decisión en El Sadar, pasando de mostrar una tarjeta amarilla a expulsar a Jon Moncayola a los 26 minutos del partido entre Osasuna y Betis, que en ese momento estaba empatado 0-0. El cambio de criterio generó muchas protestas, ya que aunque fue evidente que su choque con la cabeza de Miranda ocurrió, también dio la sensación de ser una acción fortuita.
Cristian Portu fue determinante en el Girona-Barça, siendo clave para la victoria local. Ingresó al partido con el marcador 1-2 en contra a los 64 minutos, y apenas un minuto después logró el empate. Luego, a los tres minutos, brindó la asistencia para el gol de Miguel Gutiérrez, y nueve minutos después de su ingreso, marcó el 4-2 con un soberbio remate cruzado, sentenciando así la histórica victoria del Girona.
Luis Maximiano brilló en Vallecas con una actuación memorable, siendo fundamental para la victoria del Almería sobre el Rayo. Aunque ya no influía en los objetivos del equipo andaluz, el portero portugués frustró hasta cinco claras oportunidades de gol de los jugadores locales, demostrando su calidad bajo los tres palos.
El Barcelona ha recibido 13 goles en sus últimos cuatro partidos oficiales y en apenas tres semanas ha pasado de aspirar a alcanzar al Madrid en la Liga y jugar las semifinales de la Champions, a ser eliminado de manera desalentadora en el torneo continental y caer al tercer puesto en la clasificación nacional. Es un colapso total en todos los aspectos.