Es un estrato Volcán-Cono perfecto, llamado Omeyatecigua (“dos mujeres” en náhuatl).
El Concepción, es el volcán más grande en Ometepe, con una altura de 1,610 metros. Está activo, el humo sale de su cráter y hay otras fumarolas también en la ladera.
Es una de las escaladas más difíciles en Nicaragua, ya que posee subidas empinadas y el volcán es bastante alto. Necesitará de mucha energía, resistencia y buena condición física para poder subir el Concepción.
La parte superior de la vegetación en el volcán, es un bosque húmedo subtropical. Hasta hace un año, la entrada para escalar el volcán era un sendero ubicado en La Sabana, pero recientemente se abrió un nuevo camino. La entrada del sendero «El Floral», ubicada en la comunidad de Concepción, cuenta con una cabina de control y un aseo.
El sendero tiene una casa segura, 160 escalones, 50 metros de barandas, bancos y tres áreas de descanso. Se han colocado letreros de información para permitir caminatas auto guiadas.
Durante la subida, se pueden observar muchas especies de aves, una variedad de árboles, grupos de aulladores y monos capuchinos de cara blanca, reptiles y anfibios. También encontrarán magníficas vistas panorámicas de toda la isla, el lago de Nicaragua (Lago Cocibolca) y el continente.
Para los menos entusiastas, existe la opción de hacer senderismo o caminar hasta el mirador de La Flor a 1.000 metros, para disfrutar de un buen almuerzo de picnic y algunas fotos impresionantes.
El suelo alrededor del volcán Concepción, es muy fértil y los habitantes cultivan tabaco, plátanos, otras frutas y granos. Los gases escapan del cráter, que se combinan con la humedad circundante para formar una niebla ácida, que impide el desarrollo localizado de toda la vegetación cerca de la cumbre.
Para llegar a la cima, primero caminarán a través de plantaciones de bananos y plátanos. A la mitad del camino atravesará un denso bosque húmedo. Luego, la vegetación se hace menos densa y menos alta en la cima.
Rocas grandes y pequeñas no harán el camino fácil, y en el descenso tendrá que poner mucha atención en dónde coloca sus pies. Además, la lluvia y la humedad harán que las rocas estén más resbalosas y le añadirán un nivel de dificultad más al camino.
No obstante, su esfuerzo y la dificultad serán recompensados. En primer lugar, ascender ese gigantesco volcán ya es un logro. Asimismo, estar en la cima es una experiencia única.
El viento fresco que sopla allí arriba chocará con el calor emitido por el cráter del volcán, es por eso que tendrá dos sensaciones a la vez: el calor del cráter y el frescor del viento. Se le suman al ambiente único la vegetación rara que posee el volcán.
Si tiene suerte, no habrán nubes en la punta del volcán lo que le dará la posibilidad de tener una magnífica vista de toda Ometepe, el Lago de Nicaragua y la tierra firme. De la misma manera, las vistas cuando se desciende son impresionantes.
Ascender y descender el Concepción tomará entre 7 y 10 horas. Es por eso que debe de llevar suficiente agua y comida, y prepararse bien.
Una camisa seca y una chaqueta son también de utilidad. Salir temprano, preferiblemente al alba, para que pueda regresar a tiempo, antes del anochecer. Tiene que contratar a un guía, lo cual puede ser arreglado por su hotel.
Sus erupciones, aunque bastante frecuentes no han sido muy violentas; casi todas son de tipo explosivo y la ceniza volcánica ha caído sobre los pequeños pueblos al oeste de la isla y los situados más allá del lago, en el istmo de Rivas; sin embargo sobre las faldas se reconocen correntadas de lava de antiguas erupciones de los siglos pasados.
En 1957 hizo erupción, la cual de noche parecía juegos pirotécnicos y más recientemente en los años 2006 y 2007 el Concepción entró en pequeñas erupciones, sin mayores daños, la lluvia de ceniza llegó hasta Rivas.