El Diario Nica

COLOMBIA, ECUADOR Y ARGENTINA: HUELLAS, DEL EXPANSIONISMO MILITAR DE EEUU, EN AMÉRICA LATINA

BY : Cesar Mairena

El año pasado, con indignación, asombro, horror y hasta sorpresa, vimos cómo, sin reparo alguno, con total descaro, ni vergüenza, la jefa del Comando Sur de EEUU, General Laura Richardson, expresó que a la potencia militar norteamericana, está interesadísima en el litio boliviano, el petróleo y los elementos de tierras raras de Venezuela, el oxígeno brasileño que se origina en el Amazonas, el agua dulce y la estratégica posición geo política de Nicaragua. También expresó que es estratégico para EEUU, limitar la presencia tanto de la Federación Rusa como del denominado por ellos “imperio asiático”, la República Popular de China, en la región.

“A confesión de partes, relevo de pruebas”, señala el principio procesal jurídico, tal es así, que una alta funcionaria del ejército norteamericano, confiesa descaradamente que en nuestro continente, jamás ha sido, una prioridad, de parte de la potencia del norte, la democracia, la institucionalidad, la estabilidad, la paz, y el desarrollo de nuestros países.

EEUU, después de la invasión de Panamá (ocurrida del 20 de diciembre de 1989 al 31 de enero de 1990), para encarcelar al “narcotraficante y dictador” Manuel Antonio Noriega, una intervención militar que aún hoy en día, divide y polariza a la sociedad panameña (desconozco las razones, por las que los norteamericanos omitieron al público mundial, que el gobernante panameño, también era agente de la CIA, hasta el último instante en que fue encarcelado) ha cambiado su estrategia expansionista. Dicha invasión, fue conocida con el nombre código “Causa Justa”. Ya el imperio del norte de nuestro continente, no invade países directamente o indirectamente (como en el caso de Cuba o Nicaragua) o promueven Golpes de Estado formales con la participación del ejército del país (como sucedió con el presidente Salvador Allende, en Chile), ahora la modalidad y modus operandi es otro…

Después del acto terrorista, en contra de las torres gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, el académico norteamericano Robert I. Rotberg, clasifica los Estados, que gobiernan los países, en tres categorías: A) ESTADOS FUERTES; B) ESTADOS DÉBILES Y C) ESTADOS FALLIDOS. Fue así como EEUU justificó la guerra en Irak y Afganistán, pues el acto terrorista había debilitado la capacidad del Estado Norteamericano de brindar seguridad a sus ciudadanos, había que demostrar poderío y fortaleza, robustecer la percepción a favor del gobierno de EEUU, aunque fuese a través de aberraciones como los “Ataques o Guerras Preventivos” y la “Ley Patriota”.

Según el académico Rotberg, EL ESTADO FUERTE: Tiene el control de su territorio y ofrece una gama completa de derechos políticos a sus ciudadanos. Se caracteriza por tener indicadores altos, como el Producto Interno Bruto (PIB), Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Transparencia Internacional e Índice de Percepción de Corrupción.

Rotberg también destaca, que EL ESTADO FUERTE, ofrece altos niveles de seguridad contra la violencia política y criminal, garantiza la libertad política y civil, creando un entorno favorable para el crecimiento de las oportunidades económicas. En este tipo de Estado, prevalece el imperio de la ley, los jueces son independientes, las redes de carreteras son óptimas, las telecomunicaciones funcionan rápidamente, la educación es de alta calidad y los hospitales y las clínicas atienden pacientes con eficacia.

Mientras que para el académico norteamericano, EL ESTADO DÉBIL, se caracteriza por ser frágil por razones geográficas, físicas y por limitaciones económicas fundamentales. Tienen antagonismos internos, deficiencias de gestión, codicia de sus funcionarios, despotismo o ataques externos y una mezcla de los dos. Las tasas de delincuencia urbana y rural tienden a ser mayores y crecientes, se disminuye el respeto por los derechos políticos y la infraestructura física se ha deteriorado. Tanto escuelas como hospitales, muestran signos de abandono, especialmente fuera de las principales ciudades. El PIB per cápita y otros indicadores económicos presentan cifras críticas, cayendo de forma espectacular. Los niveles de corrupción son altos y crecientes.

Por último, Rotberg, define como ESTADOS FALLIDOS, a aquellos que pierden legitimidad ante su pueblo y la naturaleza misma del concepto Nación-Estado, se convierte en ilegítima ante sus ciudadanos. La violencia se dirige contra el gobierno existente en el país. Surgen guerras civiles, por razones étnicas, religiosas, lingüísticas u otras enemistades intercomunales. Se disparan, en este tipo de Estado, la violencia y las actividades criminales. Como la autoridad se debilita, aumenta la represión gubernamental, facilitando que la anarquía se torne más evidente. Las bandas criminales se apoderan de las calles de las ciudades. El tráfico de armas y de drogas es más común.

Fue así, que a partir de 1999, EEUU, implementa en el país suramericano, el denominado PLAN COLOMBIA, para fortalecer al Estado de ese país, que se encontraba escandalosamente debilitado, casi al nivel de Estado Fallido, por el narcotráfico, el accionar de la guerrilla más antigua del continente, el crimen organizado, escuadrones de la muerte con objetivos políticos y el paramilitarismo.

Este PLAN COLOMBIA, justificó la presencia de personal militar norteamericano (una flagrante violación a la soberanía de ese país) en siete bases militares, para “asesorar” y “apoyar”, al Ejército colombiano, y así reducir la producción de coca en el país.  Mientras actualmente, se cuenta en miles de millones de dólares la ayuda militar de EEUU a Ucrania, el autodenominado “país de las libertades”, al ejecutar este plan en Colombia, no aportó ni siquiera el 40% del monto del presupuesto que se requería, el cual fue garantizado en su mayoría, por el Estado al que supuestamente este plan vendría a fortalecer.

El verdadero objetivo, de este plan era conseguir que EEUU, tuviera incidencia en la región suramericana, para desestabilizarla. El PLAN COLOMBIA, facilitó comunicaciones, nexos, asesorías, vínculos, operaciones clandestinas militares, ejecutadas conjuntamente por operativos norteamericanos y colombianos, a tal grado que Álvaro Uribe, siendo presidente de Colombia, amenazó a la República Bolivariana de Venezuela, presidida por Hugo Rafael Chávez Frías, con una invasión.

El PLAN COLOMBIA, provocó que el Ejército colombiano, tuviera un irrespeto total por los derechos humanos, no solo de los miembros de las guerrillas que se estaban desarmando en los procesos de paz, sino también de los derechos humanos de los ciudadanos en general, como se puede constatar con los casos de FALSOS POSITIVOS, donde el Ejército pagaba recompensas, a cualquier soldado por entregar guerrilleros vivos o muertos, provocando que por avaricia, los miembros de las fuerzas armadas, asesinaran a civiles inocentes y los vistieran de guerrilleros, para poder cobrar el dinero prometido. Líderes sindicalistas, gremiales, campesinos, ex guerrilleros desarmados, o ciudadanos comunes y corrientes, fueron asesinados impunemente, mientras el PLAN COLOMBIA, se concentraba en “luchar contra el narcotráfico”.

Ahora, el año pasado, miramos, como súbitamente, Ecuador, fue presa del crimen organizado, de pandillas que operaban en las calles, aterrorizando al público u operando y dirigiendo desde las cárceles extorsiones o asesinatos dirigidos, además de actividades como tráfico de droga, armas y de personas. Emerge así, Ecuador en el siglo 21, como el nuevo ESTADO DÉBIL O FALLIDO, como la Colombia, del siglo 21, y muy presto el Comando Sur, de EEUU, dirigido por la misma general con la que se inició el presente artículo. La señora Laura Richardson, en enero de este año, se reunió con el presidente Daniel Noboa, para ofrecer la “generosa” y “desinteresada” ayuda del gobierno norteamericano, y fortalecer una vez más al gobierno de un país, con graves problemas de seguridad pública ante el crimen organizado y el narcotráfico.

Ya EEUU, no invade militarmente como sucedió en Panamá y no solo por un repliegue táctico, también por un manejo de imagen (y menos, después del desastre, en que abandonó Afganistán en manos de los Talibanes dejándoles armamento, sistemas defensivos, helicópteros, aeronaves, vehículos y una serie de recursos y equipos militares). Desestabiliza indirectamente, objetivos estratégicos a nivel mundial (la federación de Rusia, lo ha denunciado desde antes de que iniciara el conflicto militar con Ucrania, pues la CIA ha usado territorio ucraniano, fronterizo con Rusia, como base para ejecutar operaciones especiales quirúrgicas, ejecutando asesinatos, sabotajes, espionaje, propaganda y otras actividades desestabilizadoras).

Para finalizar este recuento de ejemplos de expansionismo militar norteamericano, en nuestro continente, debemos mencionar el caso de Argentina.

Javier Milei, (que se presenta como polémico y descabellado), está practicando un eficiente entreguismo desnudo y descarado, de acuerdo a los intereses expansionistas militares norteamericanos, facilitando que la ciudad más austral de Argentina, Ushuaia, sirva como una base “integral” naval, lo que y cito: “constituirá el puerto de desarrollo mas cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco”.

Justifica su entreguismo al expansionismo militar norteamericano, alegando, irónicamente, la defensa de la soberanía de Argentina, impidiendo que la pesca ilegal y el paso de narcotraficantes por esas aguas, además de acceder a ricos yacimientos petroleros en el denominado “continente blanco”.

Los dos movimientos expansionistas militares, en este año, de parte del país del águila calva, en Suramérica, buscan:

EN EL CASO DE ECUADOR: En la fronteriza Colombia, reactivar (a pesar del gobierno progresista de Petro, quien no ha podido hacer cambios significativos en las fuerzas armadas) la maquinaria militar que el Plan Colombia había establecido para resguardar los intereses de EEUU, para fortalecer aún más su presencia y su eje de incidencia en esa zona, como potencia militar. A lo interno de Ecuador, la utilización de la problemática de la seguridad pública y su alianza “estratégica” con EEUU, ha mantenido al presidente Noboa con una popularidad alta, en detrimento de la izquierda de ese país. De lograr que Colombia, a futuro, vuelva a ser administrada por un presidente de derecha, eso permitirá desestabilizar y afectar a la fronteriza república bolivariana de Venezuela.

EN EL CASO DE ARGENTINA: A lo interno del país, también elevar el perfil y la popularidad del presidente entreguista Milei, cuya administración está más interesada en proteger los intereses de EEUU, que los de sus propios ciudadanos, al implementar políticas de privatización y de exclusión sociales, en un sistema neoliberal excluyente. 

EN TODA SURAMÉRICA: Desestabilizar a dicha región en términos generales, perjudicando alianzas e incidencia geopolítica de actuales gobiernos progresistas, como los de Brasil, Bolivia, Venezuela y Colombia, con una fuerte presencia militar expansionista norteamericana, afectando también los negocios y las inversiones mineras de China (que son multimillonarias) para debilitar al gigante asiático y obligarlo económicamente, a contraerse o reorientar sus recursos, saliendo de la región en cuestión.