El tenista optó por no profundizar en los detalles de la lesión abdominal que lo ha mantenido sin jugar desde febrero.
Rafael Nadal, tras tomarse una foto con Jordi Cambra, presidente del RCT Barcelona, y entrenar durante una hora y media con Hugo Dellien de Bolivia, quien ocupa el puesto 178 en las listas y perdió en la última ronda de la previa, compartió sus pensamientos con los medios antes de su debut contra Flavio Cobolli. Vuelve a la cancha este martes, 102 días después de su último partido contra Jordan Thompson.
El campeón de 22 torneos mayores se encuentra en la Ciudad Condal con su equipo completo: sus tres entrenadores, Carlos Moyà, Marc López y Gustavo Marcaccio, y el fisioterapeuta Rafael Maymó.
“Para mí, es un regalo estar en Barcelona y lo veo como mi último año. Quiero disfrutar cada momento. En esta vida hay un principio y un final. A nivel deportivo, es lo que hay. Lo veo como mi última participación en el Godó. Mi objetivo es ser competitivo. No voy a salir a hacer un homenaje. Saldré a darlo todo y veremos qué sucede”.
Nadal, que ha estado alejado de las pistas desde febrero debido a una lesión, comentó: “Estamos al tanto de los problemas que hemos enfrentado. Lo mencioné en la final de Sevilla porque mi tío lo hizo público. En mi comunicado, al retirarme de Montecarlo, anuncié que no podía jugar. No me gusta tener que explicar cada problema físico que tengo. Me agota hablar de mis dificultades. ¿Si tengo miedo? Lo peor que podría suceder es que no pueda jugar de nuevo. ¿Si sé que podría volver a suceder? Sí”.
El rey de la tierra se resigna ante los numerosos contratiempos físicos que han marcado el final de su carrera: “Han sido dos años difíciles. Vengo de una cirugía de cadera significativa y cuando eso sucede, es difícil porque el cuerpo experimenta cambios. Cuando se puede, se puede, y cuando no se puede, no se puede”.
El tenista de Manacor también reflexionó sobre la limitada efectividad que ha tenido en los meses recientes para cuidar su zona abdominal: «He tenido poca actividad en los últimos meses y es necesario manejar las cargas de forma gradual. Uno debe convivir con la incertidumbre de lo que pueda ocurrir. Debo estar preparado para competir. Aunque la lista de lesiones es extensa, prefiero enfocarme en estar listo para jugar el martes. Estoy aquí y listo para el desafío».
Rafa es consciente de que volverá a pisar la arcilla en un partido oficial después de 681 días desde la final de Roland Garros 2022 con Casper Ruud: «Y al día siguiente estaba usando muletas. He enfrentado muchos desafíos, pero es parte del camino».
El Godó será apenas el segundo torneo de Nadal en 2024. Después aparecen en el calendario los Masters 1000 del Mutua Madrid Open y Roma, como antesala de Roland Garros: «Planificar se vuelve complicado, voy día a día. Hay momentos difíciles tanto física como mentalmente. Sin embargo, los días buenos aún superan a los malos y disfruto cada vez que juego tenis. Esa es la razón por la que sigo ilusionado por seguir en el deporte. Lo tomo como parte inherente de la vida de un deportista».
Nadal y Carlos Alcaraz no se han enfrentado en un cuadro desde el TMS de París-Bercy en 2022. El balear podría haberse encontrado con el murciano en unas posibles semifinales, pero esto no será posible debido a la lesión en el antebrazo que aqueja a Alcaraz y que también le impidió participar anteriormente en Montecarlo.
«Es lamentable que no pueda jugar debido a su lesión. Espero que se recupere pronto y completamente. La ausencia del número uno del cuadro es una mala noticia para el torneo. Personalmente, no estaba pensando en la semifinal», declaró el ganador en doce ocasiones del Open 500.