El Diario Nica

Reino Unido espera iniciar vuelos de deportación

Fuente: Web

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, celebró una reunión este martes con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, donde ambos políticos mostraron un deseo mutuo de empezar a aplicar ya en los próximos meses el polémico programa de deportación de inmigrantes ilegales al país africano.

«Ambos líderes esperan con impaciencia la salida de los vuelos a Ruanda en primavera», señaló el Gobierno británico en un comunicado. Además, Sunak puso al día a Kagame sobre «las próximas etapas de la legislación en el Parlamento» para que pueda entrar en marcha el programa, que costaría más de 600 millones de libras esterlinas (casi 760 millones de dólares).

El proyecto de ley se ha enfrentado a duras críticas por parte de los defensores de derechos humanos e incluso fue bloqueado en noviembre pasado por el Tribunal Supremo británico, que lo calificó de medida «ilícita».

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, celebró una reunión este martes con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, donde ambos políticos mostraron un deseo mutuo de empezar a aplicar ya en los próximos meses el polémico programa de deportación de inmigrantes ilegales al país africano

Sin embargo, según informó The Times este martes, la mayoría de los edificios residenciales en un barrio de Ruanda, que fueron construidos especialmente para los migrantes que serían deportados desde el Reino Unido, fueron vendidos a clientes locales.

De las 163 viviendas asequibles, el 70 % están ocupadas, señala la empresa constructora. De acuerdo con un directivo del proyecto residencial, se habían adjudicado a «particulares que quieren vivir en ellas», lo que deja viviendas disponibles para unas pocas decenas de inmigrantes si los vuelos llegan a despegar.

El plan en cuestión fue anunciado por el Gobierno británico en abril de 2022, por el entonces primer ministro Boris Johnson. Sin embargo, el vuelo inicial de deportación de inmigrantes ilegales, previsto para junio del mismo año, fue bloqueado por una orden judicial del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.