El país de Costa Rica, enfrenta una crisis alimentaria inminente.
Las medidas del Gobierno actual parecen haber sumido el sector del arroz en una crisis que está generando un aumento de los precios en un país donde, según varios informes, la seguridad alimentaria no está garantizada. En ‘Cartas sobre la mesa’, desde San José, debatimos los efectos de la reducción de aranceles a la importación de arroz en Costa Rica.
Un grupo de estudios de la Universidad de Costa Rica ha revelado que el país no está preparado para enfrentar una inminente crisis alimentaria mundial. Más bien, las políticas públicas recientes parecen dirigirse en la dirección opuesta. La crisis ha dejado al descubierto la dependencia alimentaria, los errores del pasado y el estado crítico de la agricultura nacional. Esto resalta la urgencia de cambiar el rumbo de la producción agrícola en este pequeño país con fuertes raíces campesinas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), han emitido una seria advertencia sobre múltiples crisis alimentarias inminentes. Estas crisis están impulsadas por conflictos, choques climáticos, los efectos de la pandemia de la enfermedad por coronavirus y las cargas masivas de deuda pública. Además, los efectos en cadena de la guerra en Ucrania han acelerado el aumento de los precios de los alimentos y el combustible en muchas naciones del mundo. Estas perturbaciones afectan contextos ya caracterizados por la marginación rural y sistemas agroalimentarios frágiles.
En Costa Rica, se están tomando varias medidas para abordar la inminente crisis alimentaria. Algunas de estas acciones incluyen:
- Fortalecimiento de la agricultura local: Se están implementando programas para apoyar a los agricultores locales y fomentar la producción de alimentos dentro del país. Esto incluye capacitación, acceso a recursos y tecnología agrícola, y promoción de prácticas sostenibles.
- Diversificación de cultivos: Se está alentando a los agricultores a diversificar sus cultivos para reducir la dependencia de un solo tipo de alimento. Esto ayuda a garantizar una mayor seguridad alimentaria en caso de choques climáticos o problemas en la producción de un cultivo específico.
- Promoción de la agroecología: Se están impulsando prácticas agrícolas más amigables con el medio ambiente, como la agroecología. Esto incluye el uso de técnicas naturales para controlar plagas, mejorar la fertilidad del suelo y reducir el uso de productos químicos.
- Educación y concienciación: Se están llevando a cabo campañas de educación para concienciar a la población sobre la importancia de la seguridad alimentaria, la nutrición adecuada y la gestión sostenible de los recursos naturales.
- Políticas públicas: El gobierno está revisando y ajustando las políticas relacionadas con la agricultura, la distribución de alimentos y la inversión en infraestructura agrícola. Esto incluye la creación de incentivos para la producción local y la protección de los pequeños agricultores.
- Cooperación internacional: Costa Rica está colaborando con organizaciones internacionales como la FAO y el PMA para recibir asistencia técnica, compartir buenas prácticas y acceder a recursos adicionales.
Es importante destacar que estas medidas son parte de un esfuerzo conjunto que involucra a múltiples actores, incluidos el gobierno, las organizaciones no gubernamentales, los agricultores y la sociedad en general. La crisis alimentaria es un desafío global, y la respuesta debe ser integral y colaborativa.