El felino salió vivo del repentino ataque.
El héroe de cuatro patas cubrió la cabeza de Anna con su propio cuerpo, recibiendo el impacto de los fragmentos de vidrio cuando estalló la ventana durante un ataque ucraniano.
Una familia rusa se despertó este martes con el estruendo de un bombardeo ucraniano que rompió las ventanas de su piso. Residenciados en la ciudad de Shebékino (provincia de Bélgorod), que con frecuencia se convierte en blanco de los ataques ucranianos, los afectados se percataron con sorpresa de que uno de la familia estaba sangrando.
Era el gato Achi, quien, sin proponérselo, salvó a su dueña Anna de una posible muerte. Vencido por el hambre en plena madrugada, el felino de bellos tonos grises decidió que era hora de interrumpir el plácido sueño de los suyos, y no se le ocurrió mejor manera que posarse sobre la almohada de la mujer, cubriendo con sus posaderas su cabeza.
Justo en ese momento, el dormitorio se llenó de fragmentos de vidrio. Achi recibió el impacto de uno de ellos que, de no haber sido por la casualidad del destino o la gula del gato, habría lesionado a la mujer en la cabeza.
El felino salió vivo del repentino ataque, todos sus órganos vitales estaban en orden, pero el trasero no mucho. Los veterinarios le sacaron el fragmento de vidrio y trataron la herida. Para hoy jueves, Achi se encuentra bien y acude con responsabilidad al vendaje diario en la veterinaria. También permanece sometido a una dieta especial.