Este galardón no solo reconoce la maestría de una actriz en un papel específico, sino que también celebra su dedicación, pasión y compromiso con el arte cinematográfico.
La noche del 10 de marzo se llevó a cabo la 96.ª edición de los Premios Oscar, una ceremonia llena de sorpresas, pero con algunos resultados predecibles, como la victoria de Emma Stone en la categoría de Mejor Actriz por su magistral interpretación en la película «POOR THINGS».
El premio Oscar a Mejor Actriz, otorgado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, es un faro que ilumina el talento excepcional y la excelencia en la actuación femenina.
Stone, se impuso a fuertes contendientes como Olivia Colman, Michelle Williams, Viola Davis y Cate Blanchett, consolidándose como una de las actrices más talentosas de su generación.
En la película, Stone da vida a Bella Baxter, un ser único creado por el científico Godwin Baxter (Willem Dafoe) al implantar el cerebro de un bebé nonato en un cadáver reanimado. Bella comienza su vida en una etapa prelingüística, con movimientos torpes y una necesidad constante de atención.
Sin embargo, su mente madura rápidamente, al igual que sus apetitos. Abandona la sofocante Londres victoriana para embarcarse en vibrantes aventuras por Europa, disfrutando de lujosas fiestas y una vida llena de excesos.
«Me pongo nerviosa pensando que esto puede pasar; lo mejor de hacer películas es que somos un equipo y estoy orgullosa de compartirlo con los que pusieron su cariño en esta película. Gracias por invitarnos a ser parte de este equipo«.
El premio Oscar a Mejor Actriz es mucho más que una simple estatuilla dorada. Es un símbolo de reconocimiento, validación e inspiración que impulsa la carrera de las actrices; fomenta la igualdad de género en la industria cinematográfica y contribuye a la construcción de una sociedad más diversa e inclusiva.