Sumido en una creciente violencia de pandillas que amenaza con desencadenar una guerra civil si el primer ministro, Ariel Henry, no renuncia, situación agravada por su ausencia del país desde hace dos semanas.
Antonio Guterres, secretario general de la ONU, expresó su inquietud por el «rápido deterioro de la situación de seguridad» en el país caribeño, instando a tomar «medidas urgentes«; incluyendo apoyo financiero a la misión multinacional de apoyo a la seguridad.
La representante de la ONU en Haití, María Isabel Salvador, informará al Consejo de Seguridad sobre los eventos en una reunión a puertas cerradas programada para más tarde en el día; discutiendo los ataques recientes a lugares estratégicos como el aeropuerto, prisiones y comisarías de policía en la capital, Puerto Príncipe.
Ariel Henry, cuya última ubicación conocida fue en Kenia, ha aterrizado en Puerto Rico, específicamente en San Juan; según confirmó la portavoz de la Fortaleza, sede del Ejecutivo puertorriqueño, Sheila Angleró. Henry abandonó Kenia tras discutir sobre el envío de la misión multinacional de apoyo a la seguridad para Haití.
Las bandas armadas, que controlan extensas áreas de Haití, anunciaron planes para derrocar a Henry la semana pasada. Jimmy «Barbecue» Cherizier; líder de una de las principales pandillas, advirtió que la situación actual llevará a una guerra civil a menos que Henry renuncie.
Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, había acordado un gobierno compartido con la oposición hasta nuevas elecciones; programadas para el país más pobre del hemisferio occidental, donde las últimas elecciones se celebraron en 2016.
La situación en Haití, sigue siendo crítica mientras la comunidad internacional y la ONU; buscan soluciones urgentes para evitar un mayor deterioro y una posible escalada de violencia.