El Diario Nica

El sistema de salud de Guatemala está al borde del colapso total

La preocupación es tan grave que algunos legisladores han propuesto declarar emergencia nacional

El sistema de salud de Guatemala enfrenta nuevamente una crisis generalizada, especialmente afectando a los pacientes con enfermedad renal crónica.

Los enfermos renales crónicos en Guatemala están siendo privados de sus tratamientos de diálisis debido a la falta de financiamiento. Esta escasez ha generado indignación generalizada debido a los graves riesgos para la salud de los pacientes. Se sospecha que esta situación tiene su origen en negociaciones entre el gobierno y empresas privadas.

Varios diputados han convocado al ministro de Salud, Oscar Cordón Cruz, para que explique la crisis que están experimentando los principales centros de atención médica del país. El ministro argumenta que los hospitales más grandes y antiguos, especialmente en la capital, están desbordados.

“Solo este fin de semana, el hospital general tenía 450 personas esperando ser atendidas. Este hospital fue construido hace más de 40 años, mientras que el hospital Roosevelt tiene casi 76 años de antigüedad y la población se ha cuadruplicado desde entonces”, declaró Cordón Cruz.

Otros hospitales y centros de salud en las zonas rurales de Guatemala están experimentando situaciones similares, con la agravante de las largas distancias entre las cabeceras departamentales y las comunidades.

La preocupación es tan grave que algunos legisladores han propuesto declarar emergencia nacional y buscar apoyo financiero, ya que algunos centros médicos incluso corren el riesgo de quedarse sin electricidad.

Además de la crisis en el sistema de salud pública, se suma la incompetencia del seguro social, particularmente en su junta directiva, cuyos miembros han percibido más de 1.2 millones de dólares en salarios en solo un año, sin mejorar las condiciones de los afiliados.

Esta es la segunda crisis de salud en menos de dos meses. Las disputas internas entre los proveedores y los acuerdos entre los directores de los hospitales están causando un grave caos en el sistema de salud, un desafío significativo que el nuevo Gobierno deberá abordar.