El próximo partido del conjunto culé se enfrenta al Napoli en la Champions League en un duelo clave.
El Barça vence, pero no convence. Sigue sin estar, aunque se le espera. Lo que pasa que es tiene aparecer enseguida porque en cuatro días se juega en Nápoles su participación en la Champions, único título en el que tiene las opciones intactas por ahora. En Balaídos no mereció ganar, pero lo hizo gracias a un penalti cometido por Fran Beltrán en el tiempo de añadido sobre Lamine Yamal.
El error del jugador vigués, que no vio llegar al joven canterano azulgrana en un mal depeje en el área, dio la oportunidad a Lewandowski de salvar los muebles en un nuevo mal partido del Barcelona. Lo único positivo en el cuadro catalán es que el polaco ha recuperado su olfato goleador.
El Celta era una buena prueba para carburar las opciones del Barcelona ante el Nápoles, y no sólo por la similitud de sus uniformes. El equipo de Benítez tiene carencias en defensa, pero tiene una delantera muy peligrosa con Iago Aspas y Larsen. Dos puntas diferentes que crean peligro tanto a la contra como en balón parado, dos situaciones a mejorar en defensa para los de Xavi.
El once del Barça a cuatro días del choque de Champions ofrecía pistas. Descanso para Gündogan, se mantuvo la apuesta de Christensen en el centro del campo y la del joven Cubarsí en el centro de la defensa y en punta primera titularidad para el brasileño Vitor Roque junto a Lamine Yamal y Lewandowski.
En el Celta lo más significativo fue la suplencia de Unai Núñez en defensa y la vuelta a la titularidad de Iago Aspas. El primer tiempo fue más de tanteo que otra cosa, más posesión del Barça y mucho correcalles sin peligro en ambas porterías salvo un disparo de Lamine Yamal. Vitor Roque no estuvo fino en varios controles y no supo aprovechar su titularidad. Todo lo contrario que Lewandowski.
El primer balón que le llegó franco al polaco, lo controló a la perfección y soltó un derechazo imposible para Guaita. Minuto 44 y el Barça se fue con ventaja al descanso.
Xavi sacó a Gündogan y Raphinha buscando su mejor once posible y lograr una victoria vital de cara a no digo luchar por LaLiga, para mantenerse entre los cuatro primeros. Pero, las sensaciones no mejoraron y el Celta se lanzó al ataque. Estaba más cerca el 2-1 que el 1-2, los desajustes en el cuadro azulgrana eran constantes y los vigueses llegaban fácil a las cercanías de Ter Stegen.
Cuando el empate parecía lo más lógico, un error de Fran Beltrán en un despeje propició un claro penalti sobre Lamine Yamal que permitió a Lewandowski – en su segundo intento tras una parada del adelantado Guaita- dar la victoria a un Barcelona que sigue sin convencer.