Harvey Sultzer es el nombre del demandante, quien alega que su esposa murió después de un procedimiento quirúrgico con el mencionado equipo. De acuerdo al texto del proceso legal, la mujer sufrió complicaciones luego de la cirugía.
En pleno 2024 estamos cada vez más acostumbrados a los avances tecnológicos y lo que una máquina programada puede lograr. Sin embargo, estos equipos no están exentos de cometer errores que en el peor de los casos pueden ser mortales. Así lo afirma una demanda federal presentada el 6 de febrero que responsabiliza al robot quirúrgico Da Vinci en una muerte por negligencia.
La demanda explica que Sandra Sultzer fue operada en el Baptist Health Boca Raton Regional Hospital en septiembre de 2021, como parte de su tratamiento contra el cáncer de colon. Para el procedimiento se usó un robot Da Vinci de múltiples brazos y controlado a distancia.
Sin embargo, después de la operación la paciente desarrolló dolor abdominal y fiebre, necesitando someterse a procedimientos adicionales. La demanda dice que Sandra sufrió una lesión térmica en su intestino delgado, lo que provocó una perforación. Finalmente murió en febrero de 2022 por la lesión que según la dem
Dos años después y luego de recopilar suficiente evidencia, el esposo de la paciente está demandando al fabricante del equipo. Pide a Intuitive Surgical que pague por daños y perjuicios.
De acuerdo con la demanda presentada por Sultzer, la empresa Intuitive Surgical sabía que el robot tenía problemas de aislamiento. Estos podían provocar fugas de electricidad con la capacidad de quemar órganos internos durante una cirugía.
A pesar de esto, los fabricantes no advirtieron sobre los riesgos al público, mucho menos a la familia afectada.
Por otra parte, el litigio afirma que la compañía vende sus máquinas a hospitales que no tienen experiencia en cirugía robótica. Tampoco capacitan adecuadamente a los cirujanos sobre el uso del dispositivo Da Vinci.
Si bien la empresa tiene un programa activo de capacitación, legalmente no pueden exigir a los médicos que lo completen. Así lo apuntó NBC en un reportaje realizado en 2018.
Una investigación de la FDA realizada entre 2009 y 2011, encontró diversos informes sobre un desperfecto en el robot. Una pequeña funda de goma en el extremo del instrumento metálico para aislar el dispositivo Da Vinci tenía grietas que permitirían que la electricidad escapara. Al hacerlo, podía provocar quemaduras internas.
Antes de la cirugía de Sandra, el equipo médico no le advirtió de los riesgos. En este caso usar el robot tenía mayor tasa de complicación que una cirugía tradicional por laparoscopia.
La empresa Intuitive Surgical ha sido objeto de al menos 93 demandas más por responsabilidad de su producto. Muchas de ellas por pacientes que resultaron con lesiones importantes o incluso murieron tras un procedimiento en el que se utilizó el robot.
El fabricante está siendo demandado por más de 75,000 dólares por negligencia, responsabilidad del producto, incluidos defectos de diseño y falta de advertencia, pérdida del consorcio y daños punitivos.