Es reconocido como el sagrado templo cultural en homenaje a nuestro poeta universal.
Con 54 años de historia, el Teatro Nacional Rubén Darío ha mantenido su reputación como el principal escenario para las artes escénicas. Su sala, destacada por su acústica, es considerada el más importante en Latinoamérica. Este icónico teatro es reconocido como el sagrado templo cultural en homenaje a nuestro poeta universal.
El Teatro Nacional cuenta con tres espacios distintos: el Salón de los Cristales, la Sala Experimental Pilar Aguirre y la Sala Mayor. Según los destacados críticos y expertos en teatro, esta diversidad lo consolida como el lugar más significativo para las artes escénicas en toda Latinoamérica.
Ramón Rodríguez, director del Teatro Nacional Rubén Darío, recalcó con orgullo la posesión del teatro con notables especificaciones y recursos técnicos, lo cual lo coloca como merecedor de tan distinguido reconocimiento.
«En la edificación de este teatro se unieron destacadas personalidades especializadas, incluido el ingeniero acústico, quien logró que la Sala Mayor ostentara el título de la más importante en acústica a nivel latinoamericano. Este ingeniero fue parte del equipo que construyó la Ópera de Sídney».
En la actualidad, el Teatro Nacional atrae alrededor de 125 mil personas anualmente, y un 30% de ellas accede de forma gratuita, incluyendo niños, jubilados y personas de la tercera edad.
«Desde hace 15 años, gracias al respaldo del Gobierno, hemos fortalecido aún más este recinto. Se trata de un teatro inclusivo, magnético y mágico. Esto nos ha permitido no solo aumentar la asistencia del público, sino también llevar a cabo actividades que contribuyen al enriquecimiento cultural de nuestra comunidad».
La edificación del Teatro Nacional Rubén Darío se inició en 1964, y su inauguración tuvo lugar en 1969 como resultado de la iniciativa de dos jóvenes arquitectos: José Francisco Terán y Eduardo Chamorro coronel. Al llegar a Nicaragua, persuadieron a intelectuales para no solo construir un teatro, sino un centro cultural. Sin embargo, debido a limitaciones económicas, finalmente se consolidó como el templo de la cultura.
El 18 de enero de 2024, el Teatro Nacional Rubén Darío conmemoró su 54 aniversario con un hermoso programa titulado «El Eterno Universal», que incluyó música, danza, declamación, poesía musicalizada, como parte de la celebración.
«Desde 2007, hemos rendido el mejor homenaje a Rubén Darío a través de la creación de este hermoso proyecto que incluye una orquesta y coros estudiantiles del Mined, ambos denominados Rubén Darío. Nos sentimos honrados y orgullosos, ya que Rubén nos legó esa identidad cultural. Asimismo, nos enorgullece que nuestra orquesta sinfónica y nuestro coro lleven el nombre de Rubén Darío», expresó el maestro Rodríguez.
Ratificó su compromiso de colaborar estrechamente con las instituciones para continuar ofreciendo entretenimiento y cultura al pueblo nicaragüense.
El director del Teatro Rubén Darío destacó las renovaciones impulsadas, convirtiéndolo en un prototipo de eficiencia en la producción de Energía Limpia. Gracias a un convenio con el BCIE y Enatrel, el teatro logró generar el 25% de su consumo de energía mediante paneles solares y modificaciones en la matriz técnica para lograr un ahorro energético.
Desde su fundación, el teatro enfrentó problemas energéticos y de climatización, pero con el apoyo solidario de Olof Palme, se implementó un nuevo sistema de climatización que duró más de 35 años. Desde 2008, se ha llevado a cabo un cambio radical en este sistema.
«Desde 2008, hemos realizado inversiones significativas. Inicialmente, la inversión y gastos corrientes eran de 11 millones de córdobas, y hoy oscilan entre 54 y 60 millones. A través del proyecto del Banco Centroamericano, hemos logrado reducir la tarifa eléctrica, destacando el impacto del esfuerzo gubernamental. En el Teatro Nacional, hemos impulsado remodelaciones, inversiones y adquirido nuevo equipamiento, incluyendo ascensores, con una inversión total de 600 millones de córdobas».
Se señaló que la acústica del lugar está diseñada para diversos eventos como música de cámara, ballet, teatro y ópera. Se ha reforzado con equipos que priorizan la eficiencia energética, como la instalación de un sistema de luces LED, representando un cambio del 90% de las luces en el escenario. Esta mejora, junto con la acústica natural, contribuye a la grandeza del teatro.
Desde su fundación, el Teatro Nacional ha recibido a destacados artistas internacionales, y a partir de 1979, gracias al proceso revolucionario, los artistas han tenido una participación más activa en la programación de la institución.
«Recordamos a destacados artistas, tanto nacionales como internacionales, que han actuado en este escenario, como Duke Ellington, Marcel Marceau y los Niños Cantores de Viena. Desde 1979, la sala ha presenciado el florecimiento del arte nicaragüense y la cultura popular. Casi todos los domingos del año, acoge ballets folklóricos con destacadas muestras y trabajos de creadores, directores y coreógrafos. Además, la orquesta juvenil y niños ensayan aquí. Este teatro se mantiene abierto y ofrece lo mejor de la cultura nicaragüense».
Nicaragua y su pueblo se enorgullecen de este destacado santuario cultural que rinde homenaje a nuestro ilustre Rubén Darío. El Teatro Nacional, inaugurado hace 54 años el 6 de diciembre de 1969, fue catalogado por el New York Times como el mejor teatro para las artes escénicas en toda Latinoamérica en ese momento.