Los dispositivos actuales también han demostrado eficacia.
El magnate de la tecnología Elon Musk anunció que su empresa Neuralink ha logrado implantar con éxito uno de sus chips cerebrales inalámbricos en un ser humano por primera vez. En los primeros resultados, se identificaron picos neuronales prometedores o impulsos nerviosos, y el paciente se está recuperando satisfactoriamente, informó la compañía.
El propósito de Neuralink es conectar cerebros humanos a computadoras y contribuir al tratamiento de afecciones neurológicas complejas.
Diversas empresas rivales ya han implementado dispositivos similares. La FDA otorgó la autorización a la empresa de Musk para llevar a cabo pruebas del chip en seres humanos, marcando un hito significativo después de las dificultades previas para obtener la aprobación.
Esta autorización permitió iniciar el estudio de seis años, en el cual se utiliza un robot para insertar quirúrgicamente 64 hilos flexibles, más delgados que un cabello humano, en una región del cerebro que controla la «intención de movimiento», según Neuralink.
La empresa sostiene que estos hilos posibilitan que su implante experimental, alimentado por una batería recargable de forma inalámbrica, registre y transmita señales cerebrales también de manera inalámbrica a una aplicación que descifra las intenciones de movimiento de la persona.
En una publicación en X, la plataforma social propiedad de Elon Musk, anteriormente conocida como Twitter, Musk anunció que el primer producto de Neuralink llevará por nombre Telepathy.
De acuerdo con Musk, Telepathy posibilitará «controlar el teléfono o la computadora, y mediante ellos, prácticamente cualquier dispositivo, solo con pensarlo».
Añadió que los primeros usuarios serán aquellos que hayan perdido la funcionalidad de sus extremidades.
«Imagínese si Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápidamente que utilizando un teclado o un sintetizador de voz. Ese es el objetivo», agregó, haciendo referencia al difunto científico británico que padecía una enfermedad motoneuronal.
Aunque la presencia de Musk destaca a Neuralink, la empresa se encuentra compitiendo con rivales que cuentan con historiales que, en algunos casos, se extienden hasta hace dos décadas.
Un ejemplo es Blackrock Neurotech, con sede en Utah, EE. UU., que implantó su primera interfaz cerebro-computadora en 2004. Precision Neuroscience, fundada por uno de los cofundadores de Neuralink, también busca ayudar a personas con parálisis.
Su implante tiene una apariencia similar a un fino trozo de cinta adhesiva que se aplica en la superficie del cerebro y se puede implantar mediante un «microcorte craneal», presentando, según la empresa, un procedimiento más sencillo.
Los dispositivos actuales también han demostrado eficacia. En dos estudios científicos recientes llevados a cabo en Estados Unidos, se utilizaron implantes para monitorear la actividad cerebral mientras una persona intentaba hablar, y esta actividad pudo ser descodificada para facilitar la comunicación.