En una marcada transformación climática, un frente frío ha ingresado con determinación al país, generando no solo un cambio de temperaturas, sino también fuertes vientos que han captado la atención de los expertos meteorológicos. La información fue proporcionada por el Instituto Nacional de Estudios Territoriales (INETER), específicamente por el director de Meteorología, Marta Sánchez.
Este fenómeno atmosférico, que se espera permanezca influenciando las condiciones meteorológicas durante los próximos días, se manifiesta con un aumento significativo en la nubosidad en diversas regiones del país. Según las proyecciones, el Caribe nicaragüense y la zona Norte serán las áreas más afectadas, experimentando cielos nublados y episodios de lluvias, mientras que en la región del Pacífico se prevé un ambiente más soleado.
A pesar de este cambio en la nubosidad y las precipitaciones, las temperaturas no sufrirán un descenso generalizado, manteniéndose en niveles normales en la mayoría de las regiones. Sin embargo, se anticipa una ligera disminución en las temperaturas en las zonas del norte y en terrenos elevados, como Matagalpa, Jinotega, Estelí, Nueva Segovia y Madriz.
El equipo de Meteorología del INETER destaca que las temperaturas máximas oscilarán alrededor de los 37 grados Celsius en el Occidente, mientras que en el resto del país se mantendrán entre 32 y 33 grados Celsius.
Uno de los aspectos más relevantes de este fenómeno es la presencia de fuertes vientos, con ráfagas que podrían alcanzar velocidades de 35 a 40 kilómetros por hora. Estos vientos se espera que persistan hasta el jueves, principalmente en las regiones del Caribe y del Pacífico, durante las horas del mediodía y la tarde.
Como medida preventiva, se emitió una advertencia a los propietarios de embarcaciones pequeñas y de menor envergadura, instándoles a tomar precauciones a partir del miércoles debido a la posibilidad de oleaje en ambos litorales.
En resumen, este frente frío no solo trae consigo cambios en la temperatura y la nubosidad, sino también la necesidad de que la población esté alerta y tome las precauciones necesarias para enfrentar los fuertes vientos y condiciones climáticas adversas que se avecinan.