La competencia espacial lunar busca acceder al agua en forma de hielo en las zonas sombreadas del polo sur lunar.
La agencia espacial japonesa anunció que el explorador robótico japonés «Moon Sniper» ha vuelto a la actividad, tras experimentar un problema eléctrico que lo obligó a apagarse diez días después de su aterrizaje en la Luna.
El 19 de enero, el explorador logró un aterrizaje preciso, posicionando a Japón como el quinto país en posicionar una nave espacial en la Luna. Sin embargo, enfrentó un problema crítico casi de inmediato.
La sonda lunar aterrizó con la orientación incorrecta debido a la falla de uno de sus motores durante el descenso. Esto resultó en la incapacidad de sus células solares para generar electricidad, lo que obligó a depender de la energía limitada de la batería, según la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).
La agencia espacial apagó el rover lunar para preservar su batería, indicando que se reiniciaría automáticamente si su panel solar comenzaba a generar energía al ajustar su posición en relación con el ángulo lunar.
El lunes, a través de la plataforma de redes sociales X, JAXA informó que «ha restablecido la comunicación con el aterrizador lunar para la investigación de la Luna (SLIM) anoche, ¡y ha reanudado sus operaciones!».
Además, el rover ha registrado nuevas imágenes de la superficie lunar.
La agencia afirmó que la misión puede considerarse como mínimo un «éxito» ya que logró un aterrizaje preciso y suave mediante navegación óptica. Ahora, Japón tiene la intención de emplear el módulo de aterrizaje para recopilar información sin precedentes sobre una región lunar denominada Mar del Néctar.
La sonda lunar realizó su aterrizaje en las proximidades de un cráter llamado Shioli, nombre que hace referencia a un nombre de pila femenino japonés. Este cráter se encuentra aproximadamente a 322 kilómetros al sur del Mar de la Tranquilidad, la región cercana al ecuador lunar donde los astronautas del Apolo 11 llevaron a cabo el primer alunizaje.
Durante el año pasado, diversas agencias espaciales y naciones buscaron realizar misiones de alunizaje, experimentando tanto con desafíos como con logros históricos.
India se unió al selecto grupo de países, conformado por Estados Unidos, la antigua Unión Soviética y China, al llevar a cabo con éxito un alunizaje controlado en agosto a través de su misión Chandrayaan-3, que alcanzó las cercanías del polo sur lunar.
La creciente competencia espacial lunar se motiva en parte por el interés de los países en acceder al agua atrapada en forma de hielo en las áreas permanentemente sombreadas del polo sur lunar. Este recurso hídrico podría desempeñar un papel crucial en el suministro de agua potable y servir como combustible para futuras expediciones humanas que expandan los horizontes de la exploración espacial.