Las festividades patronales dedicadas a San Sebastián, en el encantador municipio de Diriamba, ubicado en el pintoresco departamento de Carazo, llegaron a su clímax este domingo 28 de enero con la emblemática ceremonia de despedida de San Marcos y Santiago en el majestuoso atrio de la Basílica Menor de San Sebastián.
El día comenzó con una solemne eucaristía a las 8 de la mañana, donde los fieles se congregaron para rendir tributo y ofrecer sus oraciones al santo patrón. A continuación, a las 11 de la mañana, se llevó a cabo el emotivo acto de despedida de los santos, un momento cargado de fervor religioso y devoción.
Posteriormente, a las 4 de la tarde, resonaron las campanas de la Basílica Menor de San Sebastián anunciando el inicio de la procesión que marcaría el regreso de San Sebastián a su venerado nicho. Esta solemne procesión, seguida por una multitud de fieles, recorrió las calles principales de Diriamba, inundando el ambiente con cánticos, oraciones y muestras de fe.
Con la subida de San Sebastián a su nicho, las festividades llegaron a su conclusión, dejando en la memoria de los asistentes un recuerdo imborrable de días llenos de celebración, tradición y espiritualidad.
Pero la devoción en Diriamba no se detiene aquí. Con el inicio del mes de febrero, la atención se desplaza hacia la anticipada Fiesta de San Caralampio, que comienza con el esperado Tope de los Santos. El 10 de dicho mes, los habitantes de Diriamba y sus visitantes tienen el privilegio de participar en la solemne procesión de las imágenes, seguida de la generosa distribución de almuerzos para la feligresía.
Durante esta festividad, las calles se llenan nuevamente de fervor y alegría, con cientos de fieles acompañando las imágenes sagradas en un recorrido lleno de significado espiritual. En las casas de los devotos, se llevan a cabo las tradicionales «alboradas», donde se comparten comidas y bebidas como gesto de hospitalidad y fraternidad entre la comunidad.
Así, las festividades en Diriamba no solo son un momento para celebrar la fe y la tradición, sino también para fortalecer los lazos comunitarios y mantener viva la esencia de estas arraigadas prácticas culturales que enriquecen el tejido social del municipio.