Es una historia que ha sido contada por generaciones en Nicaragua.
Esta leyenda nicaragüense se cuenta en las distintas comunidades del país, pero tiene una influencia especial en los sectores cerca de los ríos o quebradas o en senderos desolados.
Se dice que esta criatura se aparece a hombres mujeriegos que viajan solos en la noche, bajo la apariencia de una hermosa mujer. Pero cuando estos hombres se dan la vuelta para mirarla, se encuentran con una calavera de caballo cubierta de carne podrida y una mirada fulgurante.
Este monstruo se aferra con fuerza al jinete y el caballo, que parece darse cuenta de lo que lleva encima, comienza a correr sin que nadie pueda detenerlo. La Cegua es descrita como una joven de rostro ovalado, ojos negros y grandes, pelo rizado y labios rojos como la sangre. A menudo se la ve vestida de negro o de blanco, o incluso con un vaporoso vestido rosado o un lujoso vestido de época.
Este ser sobrenatural ha sido descrito como una sirena seductora que atrae a los hombres con su voz dulce y cuerpo tentador. Pero a medida que se acercan, descubren que lo que habían tomado por una joven hermosa es en realidad un espíritu maligno.
La leyenda de la Cegua es una historia de terror que ha sido transmitida de generación en generación, aunque no hay pruebas de su existencia, sigue siendo una historia que ha sido contada durante siglos y que sigue siendo popular hasta el día de hoy.
Debido al estado en que la cegua deja a sus víctimas, en Nicaragua se usa mucho la frase “está jugado de cegua” para referirse a una persona que es torpe o inútil en determinada situación.
En todas las comarcas y municipios del país se pueden escuchar historias de hombres que se han encontrado con la cegua, personas que han escuchado sus carcajadas o de personajes que han perecido víctimas de este espectro.