En un histórico pronunciamiento emitido este viernes por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), se ordena a Israel detener las acciones que, según Sudáfrica, constituyen delitos de genocidio en la Franja de Gaza. La corte, tras reconocer la existencia de una controversia entre Sudáfrica e Israel por la ofensiva sionista, determinó que tiene competencia para dictar medidas cautelares.
La CIJ exige a Israel tomar medidas inmediatas y efectivas para detener las acciones que podrían configurar un delito de genocidio. Sin embargo, la orden no incluye el cese de las acciones militares contra la Franja de Gaza. El fallo también reconoce el derecho de los palestinos, como grupo humano reconocido, a ser protegidos por la ley internacional contra los delitos de genocidio.
Aunque la corte no contempla la orden de cese de las acciones militares, se espera que Israel envíe informes periódicos sobre el cumplimiento de las medidas cautelares. La CIJ, con sede en La Haya, Países Bajos, podría, en futuras decisiones, ordenar a Israel facilitar el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza o incluso detener los ataques y bombardeos.
El dictamen, a favor de Sudáfrica, refuerza la posición del país africano que argumenta una presunta violación por parte de Israel de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1948). El equipo legal sudafricano sostiene que las declaraciones de altos cargos israelíes revelan un «patrón de conducta genocida» en su «política estatal». La petición sudafricana insta a la CIJ a exigir la «suspensión inmediata» de la guerra.
Aunque las medidas cautelares serían legalmente vinculantes para Israel en caso de fallo a favor de Sudáfrica, la CIJ tiene limitados medios para hacerlas cumplir. Este fallo marca un hito en el intento de abordar las acusaciones de genocidio en la Franja de Gaza y podría tener repercusiones significativas en futuras decisiones y acciones internacionales.